Ha llegado el momento de hablar del futuro de jugadores y de
entrenadores y los clubes ya están inmersos en esa dinámica. Que si Mourinho
mira al fútbol inglés y que, salga o no,
Bencema seguirá en el Bernabéu; que si Tito estará al frente del Barça; que si
Bielsa lo tiene crudo en Bilbao; que si patatín y que si patatán. En Valencia
sigue el debate sobre la posible ampliación del contrato de Valverde, para que
continúe el proyecto.
Manuel Llorente pretende cerrar cuanto antes la renovación
del técnico. Ha habido declaración de intenciones. De la misma forma que apostó
por Pellegrino viendo ahora el trabajo que está haciendo Valverde el presidente
del Valencia considera que es el entrenador ideal. Sin embargo Ernesto no
parece convencido y ha dado largas. Además, se ha mostrado sorprendido por todo
cuanto ocurre a nivel institucional, que es para mirarlo con lupa.
Cuando Valverde dijo ayer que no terminaba de entender muchas
de las cosas que ocurren el club, es de suponer que aludía a la situación en la
que queda el Valencia después de que el juez haya anulado la capacidad del IVF para
avalar el préstamo que Bankia concedió a la Fundación. No creo que se refiriera
a que dado que la continuidad del presidente no está definida para el próximo
ejercicio, que éste se la ofrezca a él es hipotecar a los futuros rectores.
Aunque tampoco sería extraño que pensara así.
Valverde es un buen entrenador. Aterrizó con gracia en
Mestalla y goza de buen cartel entre los aficionados a pesar de que en este
breve periodo también ha tenido sombras. Si significativo es que lograra que el
duodécimo clasificado remontara el vuelo y ahora esté en la lucha por un puesto
para la Champions, también aparecen los borrones de Copa y del torneo
continental, aunque los verdugos fueran Real Madrid y París St. Germain.
Parece muy sensato que Valverde mantenga las
distancias y ahora mismo sólo piense en lo deportivo. Llorente debería obrar
igual, centrarse más el su papel de gestor y en qué ha conseguido.
505 (Publicado en Las Provincias, el 15 de marzo de 2013)
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