Hace años, en las
fiestas de los pueblos las charangas tocaban una popular melodía que los
vecinos coreaban haciendo palmas: "Todos queremos más". La cancioncilla
ha caído en desuso, pero no por eso se renuncia a nada. Todos aspiramos a más,
sobre todo cuando nos enteramos de que a pesar de la crisis en España ha
amentado un 13 % de millonarios con respecto al año pasado y que el ministro de
turno quiso convencernos de los sueldos no han bajado. ¡Señor, señor...!
El valencianismo también
tiene mayores anhelos después de haber superado momentos de desasosiego. Tras
las cuatro victorias consecutivas y un empate con sabor a futuro, de la misma
forma que Djukic espera que Papá Noel o los Magos le traigan un central diestro
que ocupe la plaza que deja Rami, los aficionados ansían ese refuerzo que sirva
para sustentar su confianza en el espíritu combativo que el equipo demostró en
San Mamés y así no tener que reclamar la hora cuando, visto lo visto, fueron los
leones son quienes debieron acabar pidiendo clemencia.
Sin embargo, cuando un
club debe hasta de callar no es fácil salir de compras. Es cuestión del
momento, estar espabilado y los límites del peculio. Sin perras en la
caja no queda más que la imaginación y encontrar lo que llaman "bueno,
bonito y barato": el futbolista de calidad, libre y con pocas pretensiones
económicas (¡Por favor, si alguien sabe dónde hay uno, que no se calle!). Se
trata de eso, o de recurrir a la cantera, pero sin olvidar que la nueva
normativa también pone límites e impide el sube y baja de los mayores de 23
años, casos de los centrales del filial Quintanilla y Carlos Delgado.
¡Ay, los límites, cuántos reproches suscitan! Los deportivos; los económicos
que censuró el Tata del Barça (aunque no supo decir a partir de que cifra no es
inmoral un fichaje); los territoriales, como "la doble ración" que
han puesto en Paterna a los aficionados y periodistas, o el de la paciencia que
desbordó el defensa francés, que probablemente ha servido para marcar un antes
y un después en el equipo.
525 (Publicado en Las Provincias el 11 de octubre de 2013)
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