28/3/14

DIETROLOGÍA

Eso de que nada ocurre porque sí, en Italia lo explican con una palabra que los sicilianos se inventaron hace bastantes años: "La dietrología". Una pseudociencia que sirve para deducir y explicar lo que parece que no tiene explicación. Es decir, trata de ofrecer luz a esos acontecimientos que se producen de pronto, sin previo aviso, y sin una interpretación aparente.  

En el mundo de fútbol se podría echar mano de ese invento de los palermitanos para tratar de explicar un montón de cosas que se ocultan detrás del balón. Como por ejemplo los escándalos que recientemente hemos vivido por los supuestos favoritismos en las decisiones arbitrales. La vieja polémica que se repite cada año y que, vinculada a los tejemanejes de los gerifaltes que llevan las riendas de este deporte, siempre van detrás de una circunstancia puntual en la que algún equipo se ha sentido gravemente perjudicado porque el árbitro ha pitado un penalti que luego las repeticiones en televisión determinaron que no debía de haber señalado, o al revés, porque dejó de sancionar una acción que, también por reiteración de las imágenes, resulta que sí que debió de aplicarle un castigo.

Ocurre aquí y allá, aunque a lo mejor allá, por decirlo de una manera educada, ponen bastante más énfasis que en otras partes y hacen mayor hincapié en la incompetencia de quien les ha perjudicado. Es algo que se reedita temporada tras temporada y, como en la viña del Señor, no distingue de ricos y pobres, si bien los ricos en estos casos suelen hacer mucho más ruido, arropados por sus hordas, en algunos casos mediáticas.

Que los árbitros se equivocan es un axioma como que algunos medios de comunicación ejercen una tremenda presión sobre las actuaciones arbitrales. Pero para determinar que un equipo gana o pierde la Liga, alcanza determinada clasificación o sufre el descenso de categoría, "la dietrología" nos obliga a detenernos en el estudio de las diferentes variables que durante la temporada concurren en cada uno de los partidos que se disputan. Lo demás no son más que discusiones de barra de bar.
 
543 (Publicado en Las Provincias, el 28 de marzo de 2014)

25/3/14

El talador

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.621 (25 de marzo de 2014)

21/3/14

Que c'est triste París


EQUILIBRIOS


El Valencia es un sentimiento y eso, como dice el pasodoble del cariño verdadero, es algo que ni se compra ni se vende porque no hay en el mundo dinero para comprar los quereres. Pero la realidad es que el presidente Amadeo Salvo, que comulga y airea la idea de la vieja copla, ha sido el primer artífice para promocionar la venta del club. Y como se ha dicho hasta la saciedad, en un breve plazo –el primero de abril– el Valencia tendrá un nuevo dueño.

Sin embargo, dado que el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri puntualizó ayer que no se trata de saldar la deuda, si no de mantener un proyecto sostenible, ya no sé qué pensar porque el máximo mandatario del banco ha venido a desvelar del Valencia lo que me pasa a mí con un bonito apartamento heredado, en primera línea de playa, pero que carece de piscina y ascensor: que ahí estamos, espera que te espera, a que llegue alguien con la chequera abierta y el bolígrafo en ristre. Y eso no es fácil porque, en este caso, además, han puesto de patitas en la calle, por filtrador, a un pretendiente que partía entre los favoritos en el negocio. De esta forma el asunto parece que se ha complicado algo más de lo que estaba para que Bankia, Generalitat, Valencia y Fundación se pongan de acuerdo en la elección del nuevo propietario.

Entre tanto, el proyecto de futuro del equipo no se detiene. Sigue en marcha porque por cordura no se puede paralizar, aunque la situación resulta ¿paradójica? Los técnicos, y el mismo presidente, trabajan en la planificación de la nueva temporada sin saber si ellos seguirán ahí. Desde luego nadie les garantiza que formen parte de la idea del nuevo dueño. Han de hila fino para no dejar herencias desagradables. Han de hacer equilibrios en la cuerda floja, porque siempre estarán expuestos a que –aunque nunca ha sucedido y mira que ha habido motivos para ello–, al final alguien exija responsabilidades de una forma contundente.
 542 (Publicado en Las Provincias, e 21 de marzo de 2014)

 

18/3/14

Fallas 2014

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.620 (18 de marzo de 2014)

14/3/14

NADA CAMBIA

Viene de lejos y ni se puede centrar en el pasado ni en el presente porque, tal como está estructurado el sistema del fútbol, los errores arbitrales también son asunto de futuro. La historia se repite y, decía Darwin, ese es uno de los grandes errores de la historia. En el fútbol no hay vuelta de hoja mientras no se ponga el remedio necesario para que los desaciertos, y en ocasiones tremendos despropósitos, sean los mínimos y no se repitan.

En Mestalla, como en otros muchos campos de fútbol, se han vivido y se seguirán viviendo situaciones que ponen en entredicho al colectivo arbitral español que desde 1993 –¡21 años!– dirige Victoriano Sánchez Arminio. Los valencianistas más veteranos se acordarán de la infausta actuación de un tal Gojenuri, cuyo apellido se convirtió a mediados de los años cuarenta en el "insulto" generalizado para calificar a cualquier desacertado e incompetente colegiado, de la misma manera que en el desaparecido campo de Vallejo se utilizó el apellido Ferrete, otro que no se quedó a la zaga porque por su torpeza o consigna, en los sesenta privó del ascenso a los azulgrana.

La lista sería de torpezas es interminable. Desde el timorato portugués Campos, que impidió que el Valencia alcanzara su tercer título consecutivo de la Copa de Ferias, hasta los nefastos arbitrajes de los Sánchez Ibáñez, Sánchez Ríos, Mazorra Freire, Soriano Aladrén..., que realmente perjudicaron al club de forma notable.

Claro, cuando pasa lo que ocurrió el domingo... Los aficionados del Valencia se echaban las manos a la cabeza porque Fernández Borbalán sancionó como penalti una jugada que, vista una y otra vez, no parece que lo sea. Era un lógico malestar que contrastó con la indiferencia de quienes desviaron la mirada con el fin de no tener que aceptar el fuera de juego de Alcácer en la jugada del 1-0. Mi amigo Salva lo califica de arbitrajes de descanso, que son esos en los que durante el intermedio el colegiado hace examen de conciencia o recibe un WhatsApp y, para enmendar su error anterior, quiere compensar y comete otro. Dos errores en uno. Es el modelo  oferta. Otro más del tipo de desaciertos. Pero nada cambia

541 (Publicado en Las Provincias es 14 de marzo de 2014)

11/3/14

Póngame cuarta y mitad

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.619 (11 de marzo de 2014) 

7/3/14

PASADO Y PRESENTE

Como el Athletic está a punto de visitar Mestalla, es lógico que se hable más de la cuenta de Ernesto Valverde, porque aquí dejó su impronta. Un recuerdo agridulce. Grato por el trabajo desarrollado y deslucido por las formas en la despedida. Incluso no sorprende que por la circunstancia algunos busquen y encuentren parecidos entre él y José Antonio Pizzi. Desde luego ambos tienen bastantes cosas en común porque -cada uno con sus valores, virtudes y defectos- sin duda se trata de dos buenos entrenadores.

Si buscamos un punto de referencia entre lo que hizo Valverde en el Valencia y lo que está llevando a cabo Pizzi, no se puede pasar por alto que los dos tomaron el testigo de sus antecesores con la necesidad de encontrar resultados y la obligación de poner en solfa un vestuario que necesitaba una vuelta de tuerca.
Pero sin duda el paralelismo más destacado entre Valverde y Pizzi es que los dos han dado el protagonismo que Parejo necesitaba tras un periodo de desencanto. El Txingurri proporcionó confianza al futbolista madrileño, y Pizzi le ha dado la continuidad que le convertido en pieza destacada del equipo, circunstancia que por otro lado conlleva la lectura de la preocupación porque su ausencia se nota demasiado y eso dice que algo no se hizo bien en la planificación.
Junto a las semejanzas también aparecen algunas divergencias entre Valverde y Pizzi, pero hay una que sobresale: El trato a los porteros. El entrenador cacereño mantuvo el criterio de las rotaciones con Alves y Guaita, y Pizzi se ha decantado por el guardameta brasileño y ha cerrado cualquier debate.

A la vuelta de la esquina aparece un duelo que el Valencia debe mirar como parte de su futuro. Aparece a demasiados puntos de lo que debería generar entusiasmo, pero hoy Pizzi, que es el presente,  le está sacando un buen partido al grupo que hace cuatro días era un alma tan en pena como la del mismo colectivo que supo exprimir quien ya es pasado del Valencia. Y en eso es en lo que hay que centrarse.
(Publicado en Las Provincias, el 7 de marzo de 2014)

4/3/14

La solución no está en la frontera; está en el origen

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.618 (4 de marzo de 2014)