Publicado en Valencia Fruits, nº 2.602 (29 de octubre de 2013)
30/10/13
22/10/13
18/10/13
PONGA UN TENDILLO EN SU VIDA
A lo mejor, ojalá por el
bien de las dos partes, cuando esta columna esté en sus manos el Valencia y los
representantes de Alberto Tendillo ya han llegado a un acuerdo para ampliar el
contrato del joven futbolista, que vence en junio. Ayer tarde tenían apalabrada
una reunión para acercar posturas. Pero, eso, ahora mismo, sería lo de menos
porque aún queda tiempo por delante para cerrar tratos, a pesar de que el Real
Madrid se haya fijado en este chaval de 18 años, ya que él ha asegurado que su
prioridad es seguir en el Valencia
Lo que no resulta tan
"de menos" es la situación que está y ha estado viviendo el Alberto Tendillo
desde que se empezó a hablar de la necesidad de los refuerzos para el primer
equipo. A pesar de su trayectoria en la escuela de Paterna y del título del
COTIF que consiguió en su debut con la selección española sub'19, ahora mismo
sólo se puede decir de él que se entrena bien con el primer equipo y que con el
filial, lo que es calentar, calienta a la perfección, porque la realidad es que
lleva toda la temporada en blanco y sólo ha sido citado dos veces para el
Mestalleta. Pero ni minuto en partido oficial.
Por lo que se ve, en el
Valencia consideran que para primer equipo está verde, que para el filial es
demasiado jovencito y que para el juvenil... pues vaya usted a saber qué
justificación se puede inventar alguien para cortarle las alas a un chaval en
fase de formación, del que algunos técnicos que han pasado por Paterna auguran
un brillante futuro. Pero ni juega en uno ni en otro.
Esto tiene todo el tufo
de que en el Valencia planea el síndrome de Isco. ¡Mira que éste también se fuera!
¡Qué papelón! Y mientras Alberto Tendillo dice que él sólo en seguir el
bachiller y en jugar al fútbol, otros sólo hablan de dinero. De los 100.000
euros por tres años, de los 125.000 que ofrecen desde el Bernabéu...
A algunos convendría
recordarles que hay algo más que el dinero. Que lo que no da la cartera lo
puede dar la cantera. Y reflexionar:
Ponga un Tendillo en su vida o quizá otra perla en bruto acabe yéndose en
busca del cariño que aquí añora.
526 (Publicado en Las Provincias, el 18 de octubre de
2013)
15/10/13
11/10/13
CUESTIÓN DE LÍMITES
Hace años, en las
fiestas de los pueblos las charangas tocaban una popular melodía que los
vecinos coreaban haciendo palmas: "Todos queremos más". La cancioncilla
ha caído en desuso, pero no por eso se renuncia a nada. Todos aspiramos a más,
sobre todo cuando nos enteramos de que a pesar de la crisis en España ha
amentado un 13 % de millonarios con respecto al año pasado y que el ministro de
turno quiso convencernos de los sueldos no han bajado. ¡Señor, señor...!
El valencianismo también
tiene mayores anhelos después de haber superado momentos de desasosiego. Tras
las cuatro victorias consecutivas y un empate con sabor a futuro, de la misma
forma que Djukic espera que Papá Noel o los Magos le traigan un central diestro
que ocupe la plaza que deja Rami, los aficionados ansían ese refuerzo que sirva
para sustentar su confianza en el espíritu combativo que el equipo demostró en
San Mamés y así no tener que reclamar la hora cuando, visto lo visto, fueron los
leones son quienes debieron acabar pidiendo clemencia.
Sin embargo, cuando un
club debe hasta de callar no es fácil salir de compras. Es cuestión del
momento, estar espabilado y los límites del peculio. Sin perras en la
caja no queda más que la imaginación y encontrar lo que llaman "bueno,
bonito y barato": el futbolista de calidad, libre y con pocas pretensiones
económicas (¡Por favor, si alguien sabe dónde hay uno, que no se calle!). Se
trata de eso, o de recurrir a la cantera, pero sin olvidar que la nueva
normativa también pone límites e impide el sube y baja de los mayores de 23
años, casos de los centrales del filial Quintanilla y Carlos Delgado.
¡Ay, los límites, cuántos reproches suscitan! Los deportivos; los económicos
que censuró el Tata del Barça (aunque no supo decir a partir de que cifra no es
inmoral un fichaje); los territoriales, como "la doble ración" que
han puesto en Paterna a los aficionados y periodistas, o el de la paciencia que
desbordó el defensa francés, que probablemente ha servido para marcar un antes
y un después en el equipo.
525 (Publicado en Las Provincias el 11 de octubre de 2013)
8/10/13
4/10/13
UN PASO AL FRENTE
Lo que ocurrió ayer en Krasnodar resultó un pequeño paso para Alcácer pero
un gran salto para el Valencia, aunque partido fuese objetivamente una castaña.
El regalo del portero del equipo ruso lo aprovechó el futbolista de Torrent,
que no pudo tener mejor debut para encarrilar un juego sin nitidez. Y es que
cuando se está en una situación incómoda, como le sucedía a él, sin opciones
para jugar, o como concurre en el equipo, con el agua al cuello en la Europa
League debido al traspié de Mestalla, era preciso aferrarse a algo para
mantenerse a flote.
No importaba que fuera un regalo, un patito de plástico de esos que venden
en las tiendas que antes se llamaban de "todo de cien". La cuestión
era mantenerse en la superficie hasta la llegada del salvamento en forma de la
zodiac o de barco patrulla como ese que sale en una serie de sobremesa.
Bostezos aparte, al Valencia le ruedan bien la cosas. Cuatro triunfos
consecutivos son muy buenos para afrontar con serenidad y mayor criterio todo
lo que está por venir, que es mucho y complicado. Sobre todo porque, sin
gustar, el equipo ha ido sacando los resultados adelante y eso resulta
fundamental para dejar atrás los malos tragos.
A Alcácer le ocurre algo similar. Sin darle más mérito que la
predisposición que tuvo ante un error no forzado del portero ruso, el gol que
consiguió el paciente canterano debe aportarle confianza para nuevas
oportunidades, porque seguro que su entrenador empezará a mirarlo con otros
ojos, con algo más de cariño que le ha dirigido hasta ahora.
Y a seguir, que
esto no para. Athletic, Real Sociedad, St. Gallent,
Villarreal... Por delante aparecen otros cuatro partidos para seguir sumando sin olvidar
que hay que cambiar algo, porque si las cosas se siguen haciendo igual nadie
puede garantizar que el resultado vuelva a ser el mismo. Pero desde
luego para conseguir uno diferente se ha de proceder de otra manera. Y lo que
el equipo ha dado hasta ahora es muy poco como para ser optimistas ante o que
se avecina.
524 (Publicado en Las Provincias, el 4 de octubre de 2013)
1/10/13
Suscribirse a:
Entradas (Atom)