27/9/13

UN POCO DE CORDURA

El Valencia necesita ahora mismo más prudencia que nunca. Hace cuatro años comencé una columna con esta misma frase o al menos una parecida. Entonces lo hice en referencia al último episodio que había protagonizado Miguel Brito, del que hace tiempo que se ha pasado página y ha caído en el olvido. Ahora se trata de Rami, otro jugador díscolo, por llamarlo de alguna manera, que se ha puesto en evidencia y, como aquel otro, ha centralizado un inmerecido protagonismo, en este caso por unas irrespetuosas declaraciones hacia sus compañeros y entrenador.
 
Aunque el sentimiento puede llevar, y de hecho la mayor parte de las veces conduce a respuestas precipitadas y contundentes, el Valencia, como institución, debe estar por encima de la vehemencia. La reflexión ha de ser prioritaria para tapar la grieta que ha abierto Rami y encontrar la solución que más favorezca al club.
Con independencia de las sanciones económicas máximas y mínimas que establece el reglamento disciplinario -son cifras irrisorias para las cuantías que se manejan en los contratos- y de lo que puedan argumentar los juristas para incrementar un castigo, conviene tener muy presente que el jugador francés es un patrimonio de la sociedad; que costó alrededor de seis millones de euros, que le queda año y medio de contrato, y que la economía del Valencia no está como para regalos.
La historia se repite. Igual que hace unos años con Miguel, el Valencia está decidido a rescindir el contrato con Rami. Y de la misma manera que entonces, en el decorado, al fondo, aparece el Mundial, un caramelito cerrar la salida del internacional francés. El cartel de "se traspasa" no debería implicar que haya que rebajar el precio, porque si el club tiene interés en deshacerse del jugador, él también debe tener ganas de salir si echa a vista hacia Brasil 2014 y es consciente de que aquí ha pinchado en hueso.
P. D.: Pero, ¡mucho ojo!, que la experiencia dice que en este mundo del fútbol se suceden los matrimonios de conveniencia y lo que hoy se ve de un color, mañana tiene otro distinto.
523 (Publicado en Las Provincias, el 27 de septiembre de 2013)

26/9/13

Eurovegas


POR EL HUMO SE SABE DÓNDE ESTÁ EL JUEGO

24/9/13

Silencio

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.597 (24 de septiembre de 2013)

17/9/13

SILENCIO ADMINISTRATIVO

 
Publicado en Valencia Fruits, nº 2.596 (17 de septiembre de 2013)

14/9/13

Mis dibujos (127)


13/9/13

EL MURO DE PATERNA

El Valencia quiere abrir fronteras y va a presentar a  Kempes como embajador del club, en una muestra más de los muchos detalles que ha puesto en marcha Salvo en sus primeros cien días al frente del timón. Sin embargo en el tintero le queda un gesto en el que quizá no ha caído por lo sencillo que resultaría. O a lo mejor es que al presidente del Valencia le sucede lo mismo que a quienes le precedieron en el cargo, Soriano y Llorente, que reiteraron un "lo haremos, lo haremos...", pero a los dos se les debió de pasar por alto.
 
Me estoy refriendo al llamado "muro de la vergüenza", el tabique que en enero de 2008 hizo construir Koeman en Paterna con el propósito de aislar al equipo de los aficionados y periodistas. Aquél entrenador de infausto recuerdo resucitó entonces el muro que diez años antes había ordenado demoler Pedro Cortés, en su primera decisión cuando sustituyó en la presidencia a Paco Roig, que lo había instaurado.
 
En el día a día de Salvo hay muchos asuntos que resultan vitales y complicados. Cuestiones que no son cosa de dar tres martillazos y santas Pascuas. Desde luego, poco tiene de sencillo ejecutar un plan de viabilidad para rebajar la deuda y alcanzar la estabilidad social, vender las parcelas del viejo Mestalla o terminar el futuro estadio. Pero también hay otros asuntos que son facilitos y a la vez populistas, y se cumplen uno tras otro. Por ejemplo, el diseño del gigantesco murciélago en la grada. Igualmente es aplaudido -porque además es de justicia- el cambio de nombre del mini estadio de Paterna, que ahora se llama  Antonio Puchades, o efectivo a nivel publicitario rebautizar la ciudad deportiva con el nombre de Jinko Solar.
 
Lo del muro sería populista y cuestión de no más de cuatro martillazos, aunque me da que lo acercar el equipo al aficionado, directamente o a través de los periodistas, no está escrito con toda claridad en la hoja de ruta de esa apertura de fronteras del Valencia. Pero tiempo al tiempo: a lo mejor, en los siguientes cien días de este "presi", que demuestra buenas intenciones y es tan campechanote, va y de un plumazo lo soluciona como hizo Cortés.
 
522. (Publicado en Las Provincias, el 13 de septiembre de 2013)

10/9/13

El récord

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.595 (10 de septiembre de 2013)

8/9/13

DE CÚPER A DJUKIC

Cuando se habla de márgenes de confianza o se va a hacer un primer balance de situación, generalmente se establece el plazo de cien días. Es lo convencional. Lo habitual a modo de periodo de cortesía. Sin embargo, si ese análisis se centra en un equipo de fútbol, el periodo de tolerancia varía. Igual que hay presidentes que a las primeras de cambio se han apresurado a destituir a quien fuera menester con tal de que las miradas no recayeran sobre ellos, otros son la antítesis y aunque el tiempo corre, consideran precipitado enarbolar banderas de indignación a la tercera pifia.
Con independencia de que los errores nunca se deben de silenciar ni pueden disfrazar una situación, los resultados de tres o cuatro partidos -ya sean a favor o en contra- nunca deberían de tomarse como referencias definitivas sobre la capacidad de un equipo, la calidad de un futbolista o el trabajo de un entrenador.
A lo largo de la historia hay muchos ejemplos que lo refrendan y en Mestalla hay uno que sobresale. El del desastroso inicio de la temporada del cambio siglo (1999-2000). El ejercicio en el que con Héctor Cúper en el banquillo el Valencia estuvo cerca de la destitución y despidió la temporada alcanzando la primera de las dos finales de Champions y la tercera plaza en la Liga.
Aunque en agosto ganó la Supercopa de España, aquél equipo empezó el torneo de forma más que titubeante. ¡Hasta la quinta jornada no sumó el primer punto! Lo hizo al empatar sin goles frente a Valladolid en Mestalla, después de repetidos tropiezos en casa ante Racing y Alavés, y en la visitas al Espanyol y Betis. Y eso que entre otros jugaban Cañizares, Angloma, Djukic, Pellegrino, Carboni, Mendieta, Farinós, Albelda, Kily, Piojo, Ilie, Juan Sánchez...
El paréntesis liguero de esta semana va a venir bien para serenar criterios porque en algunas tertulias valencianistas se ha cuestionado la capacidad de la plantilla 2013-14 en relación con las del pasado reciente. Y es probable que los bloques anteriores fueran más sólidos... Desde luego Djukic tiene mucho que hacer todavía. Pero esa mayor fortaleza y calidad del equipo debería determinarla el tiempo y no el resultado de tres partidos, que representan un margen muy escaso para sacar conclusiones. Es cuestión de confianza.
 
(521. Publicado en Las Provincias, el 8 de septiembre de 2013)
 

7/9/13

Mis dibujos (126)

A mi amigo Manolo Montalt

3/9/13

Llovizna

 
Publicado en Valencia Fruits, nº 2.594 (3 septiembre 2013)

1/9/13

UN CHINA EN EL ZAPATO

El fútbol hispano, igual que la política, está inmerso en un bipartidismo casi absoluto. Lo de monopolizar todo alrededor de Real Madrid o Barça llega a cansa. Que si ha de jugar Diego López o Casillas; que si Messi es mejor o peor que Ronaldo; que si Pepe es tan duro como Diego Alves; que si en fichajes este se ha gastado más que el otro (por cierto, me gustaría que alguien me explicara a partir de qué cifra se puede considerar "una falta de respeto para el mundo en general")... Menos mal que desde la noche del miércoles se está hablando bastante más del carácter y genio que derrochó el Atlético en el Camp Nou que de esas otras cosas que acaparan los debates y tertulias televisivas nacionales.
Al final de la corrida pasará lo que pasará, que probablemente será lo de los últimos años, ya que entre otras prebendas los comparsas acabaron bajándose los pantalones hasta los tobillos y de esta forma permitieron un arbitrario reparto del pastel televisivo que ha encumbrado más aún a los dos equipos que son los que, sin dar opción al resto, vienen disputándose el título liguero. Sin embargo, al menos por unos días, y gracias al esfuerzo de los rojiblancos, que en la Supercopa de España se convirtieron en una china en el zapato del Barça, son muchos quienes han visto en ese pundonor una especie de tabla de esperanza para que de nuevo el campeonato no resulte un más de lo mismo. ¿Una quimera?  
En Mestalla, a tres días de recibir al Barça, se le mira de forma distinta. Con respeto, sí, pero sin ningún temor, que es lo que adelantó el "Mono" Burgos minutos antes del inicio de la segunda parte de la final del miércoles. Es lo que se llama confianza. Y dado que además en la última jornada Djukic puso un par de banderillas de castigo a la indolencia que los suyos mostraron en Cornellá, ese ejemplo de los colchoneros es un acicate y proporciona mayor seguridad en que los valencianistas, como dicen los más castizos, saldrán a morder, y de esta forma también se convertirán en una china en el zapato del Barça. El ejemplo lo tienen.
 
(520. Publicado en Las Provincias, el 30 de agosto de 2013)