Publicado en Valencia Fruits, nº 2.587 (25 de junio de 2013)
25/6/13
24/6/13
PURO TEATRO
Si en la radio volviera lo de los discos dedicados de antaño,
probablemente muchos días estaríamos escuchando a La Lupe, aquella cubana a la que
llamaban la reina del soul latino, que con su peculiar voz desgarrada cantaba "...perdona
que no te crea, me parece que es teatro. Lo tuyo es puro teatro".
Y es que resulta que a diario se producen circunstancias y
escuchamos declaraciones que tienen un excesivo aroma de escenario. En otra
situación serían sobresaltos y estaríamos haciéndonos cruces, pero como las
sorpresas se repiten una y otra vez, hemos empezado a acostumbrarnos de tal
forma que ni siquiera nos molestamos en encogernos de hombros. ¿Para qué? ¿Indiferencia?
Pues a lo mejor sí.
Por ejemplo, si Hacienda se equivoca hasta trece veces con lo
de las supuestas propiedades de la Infanta y quien tiene que aclararlo no se lo
saca de los dedos, ¿qué no puede pasar con esa partida a tres bandas que están
jugando la Generalitat, Bankia y la Fundación Valencia que nadie acaba de entender?
Probablemente a los aficionados este asunto se les escapa,
porque lo que de verdad les interesa es el espectáculo deportivo. Sin embargo tampoco
se le da importancia a otras cuestiones,
tal vez por esperadas o porque, como se suceden de forma repetida, la mejor
respuesta es la indiferencia.
Ahora ha sido esto de los avales, que por cierto es un asunto
de órdago. Pero es que ayer fue la desfachatez de Rami con lo de la falta de
ambición en los fichajes, aunque tampoco hay que rasgarse las vestiduras porque
hace algún tiempo el defensa francés dijo que el Valencia era para él una
especie de trampolín para irse a otros equipos. Y no pasó nada, porque aquí no pasa
nada con nada.
Igual fue antes con la salida de tono de Soldado con sus altas
miras, aunque luego hiciera marcha atrás, o la actitud del sí pero no que ha mantenido
Matieu antes de renovar... Una tras otra, y lo que te rondaré, morena, que esto
es como La Noria. ¿O es que no has oído que Manuel Llorente no descarta volver?
Y a lo lejos se escucha la voz desgarra de La Lupe: "Lo
tuyo es puro teatro..."
517 (Publicado en Las
Provincias el 24 de junio de 2013)
18/6/13
14/6/13
ASCENDENCIA EN EL VESTUARIO
De repente surgen asuntos que distraen la atención del
personal. En política ocurre con frecuencia y a más de uno le viene de
rechupete. Ya me dirán si lo de Messi y Hacienda no ha restado protagonismo a
otras cuestiones que son merecedoras de bastante más que una indignación.
Esto viene a cuento de las declaraciones que ayer hizo
Soldado, que por unas horas aparcó el debate por el reciente adiós de su
compañero Albelda. Sin embargo son asuntos con suficiente enjundia como para
darles autonomía.
Seguramente Soldado le estará dando vueltas y pensará si
midió bien sus andanadas. Por un lado su compromiso con el Valencia y Djukic ha
quedado en entredicho y, aunque habló de más cosas, desde otro ángulo se
valorara que sólo pretendía calificar de halago el interés que otros clubes
muestran por él. Cuestión de dioptrías.
Ocurre lo mismo con la despedida de Albelda, que sigue
arañando comentarios, en este caso por el fondo y por la forma. Se oyen
opiniones en contra y a favor, sin medias tintas, lo que determina que se trata
de un futbolista que no deja indiferente a nadie. Hace un par de meses se
intuía su adiós pero hoy todavía continúa el intercambio de criterios.
No se trata de discutir si Albelda estaría o no en
condiciones de rendir una temporada más al nivel que exige el entrenador. El
debate es otro. Se centra en la forma en que se ha producido la decisión de
prescindir de un líder con tanta ascendencia en el vestuario. Aunque quizá ahí
precisamente radica la decisión...
Amadeo Salvo priorizó que hubiera unanimidad entre el
director deportivo y el técnico (sin acuerdo de ambos le hubiera ofrecido la
renovación), pero quien ha acabado asumiendo el marrón de mostrar la puerta al
capitán ha sido Djukic. Y eso puede pasarle factura. La responsabilidad en la
confección de la plantilla no es suya y todos sabemos que cuando los resultados
no acompañan la cuerda recibe máxima la presión en ese tramo. ¡Como para meter
en la mochila una decisión tan significativa!
516 (Publicado en Las Provincias el 14 de junio de 2013)
11/6/13
7/6/13
¡ADELANTE CON LOS FAROLES!
Como hasta el cuarenta de mayo no debes de quitarte el sayo,
podríamos decir que seguimos en el que para muchos es el mejor mes del año,
porque junio está siendo florido y hermoso para el Valencia. El nuevo consejo y
el nuevo entrenador han arrancado una etapa de ilusión, que es lo que pedía a
gritos esa grada de Mestalla, cada vez menos numerosa e incluso menos crítica.
¿Brotes verdes? ¿Luz al final del túnel? Los aficionados han
dado las bendiciones al nuevo proyecto que lideran Salvo y Djukic. Y es que el
valencianismo estaba ávido de cambio. Y el cambio ha supuesto varias cucharadas
soperas de ilusión, aunque la esperanza que encabezan el cartel de fiestas
necesariamente deberá de ir de la mano de la realidad que pueda fijar las
diferencias entre el pasado, el presente y el futuro.
Para empezar parece bueno y apropiado que se hable de
fomentar la unión. Es algo que en el Valencia se ha echado de menos porque las
guerras por el poder han eclipsado cualquier atisbo de alcanzar unidad.
Y es lícito y normal abrir los frascos del ánimo y de la
ambición, aunque conlleve críticas por considerar que otra vez, como tantas, se
está vendiendo humo. Pero seguro que los reproches serían más ácidos si en
lugar de hablar de democratizar la sociedad, de transparencia, de triunfos, de
mantener o superar un equipo competitivo o de despertar a un gigante dormido,
se hubiera mantenido o bajado el listón de los objetivos.
Eso sí, nadie va a perder de vista las promesas y la larga e
inquietante sombra de una deuda que es para quitar el sueño al más pintado.
Salvo lo tiene presente y si no ya habrá quien se lo recuerde, ya...
Djukic también es esclavo de sus palabras. Ha contraído la
obligación de devolver la ilusión deportiva a los miles de aficionados que
acuden a Mestalla, y a los que, decepcionados, en los últimos años dejaron de
hacerlo.
Ante tanto optimismo habrá quien piense que uno y otro
van de farol. Tiempo al tiempo. Ahora mismo sólo toca decir ¡adelante con los
faroles!
515 (Publicado en Las Provincias, el 7 de junio de 2013)
4/6/13
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