30/4/12

A UNAI LE FALTAN FASCÍCULOS

El ridículo de La Rosaleda se podrá torear con un montón de justificaciones y coartadas. Palabrería no van a faltar. Se dirá que el Valencia sigue siendo tercero en la Liga; también se dirá que la diferencia de goles con el Málaga es favorable para el caso de un empate a puntos; incluso se dirá que aún quedan tres jornadas y que el calendario que le espera a los rivales es mucho más complicado que el propio; y se dirá… lo que se quiera. Por hablar que no quede. Decir cosas que en algunos casos hay que escuchar varias veces para… acabar sin entenderlas, es habitual. “El resultado es justo, con las connotaciones del gol y la expulsión de Feghouli”.

Lo que dejó claro Unai es que el ridículo del equipo quedó en un escaparate, a la vista de todos, y que su imagen, la del entrenador, aunque en la meseta la pinten de colorines, sigue siendo la alguien que en ocasiones aparenta que le falta algún fascículo de la colección. Como si hubiera días en los que no fue a clase.

Cuando el hoy tercero de la mejor Liga del mundo (que equivale a ser el primero de la Liga terrenal) se juega "una final" –es una expresión de Unai- y a lo largo de los noventa minutos sólo remata a portería rival en una oportunidad, y el susodicho técnico carece de capacidad de reacción, es para que, por lo menos entone el mea culpa, y para que su presidente le envíe a… confesarse.

De chavales, cuando en alguna excursión del cole íbamos de viaje, cantábamos todos a una aquello de “¡Para ser conductor de primera, acelera, acelera…! ¡Acelera, señor conductor…!” Ayer el Valencia se fue de viaje hacia una final y también "cantó". Porque para ser lo que era, desafinó. ¡Che ni una!  Y no es que no pisó acelerador, es que ni siquiera pasó del ralentí. ¿Reacción? ¿Un tiro entre los tres palos? Como tantas otras veces el portero Guaita evitó que la indigestión fuera mayor. ¡Ah! Y en el equipo de enfrente vimos a un chico con tendencia a engordar, al que le falta bastante, que le sacó el rubor. Al acabar, Al-Thani exclamó: "Unai es guay"

391 (Publicado en Las Provincias el 30 de abril de 2012)

27/4/12

LA ASFIXIA FUE EN MADRID

La posibilidad de alcanzar un sueño, un gran sueño como es llegar a una final, puso al partido un halo muy singular, aunque acabó por diluirse como los castillos en el aire, que están bien donde están, pero es necesario primero haber construido cimientos debajo para que se sustenten.

La afición que llenó Mestalla esperaba mucho, quizá demasiado. La pretensión no era una quimera, pero casi. Sin embargo la decepción no hay que buscarla en el partido de ayer. En absoluto. La asfixia se arrastraba de Madrid. Del partido de ida, en el que los valencianistas entregaron más de media eliminatoria por su actitud indolente, Se ahogaron en las aguas del Manzanares y ni el boca a boca de los seguidores ni el empuje y carácter que puso el equipo a lo largo de la primera parte, fue insuficiente siquiera para acortar distancias y mantener viva la llama en la segunda parte.

Esta vez no hubo milagro y la ilusión podía ser, como dicen algunos sicólogos, una esperanza infundada. Porque aunque desde el primer momento el Valencia llevó la iniciativa y dispuso de las mejores ocasiones, la realidad dice que llegó al descanso sin abrir el marcador y con el susto en el cuerpo consecuencia de dos contras rojiblancas. En cierta medida, y salvando todas las diferencias, que son muchas, recordó lo que le ocurrió días antes al Barça con el Chelsea. Mejor juego, dominio, y al final nada de nada.

Está claro que no hay porqué desistir de los anhelos, pero siempre es conveniente ver qué señales nos han ofrecido. Y la única realidad es que el Valencia, como el Atlético, unas veces da la de cal y otras de arena, y aunque ayer fue mejor, arrastraba demasiado lastre.

La Liga se acaba, quedan cuatro jornadas, y el balance habrá que hacerlo al final, el 13 de mayo, con el equipo afianzado en la tercera plaza, porque ese es el único premio al que ahora puede aspirar. El hecho de haber llegado a las semifinales de Copa del Rey y de Europa League no dicen nada. O quizá dicen demasiado…

390 (Publicado en Las Provincias, el 27 de abril de 2012)

25/4/12

LICENCIA PARA SOÑAR

No es necesario acudir a la consulta de sociólogos e historiadores  para comprender por qué mañana Mestalla estará a rebosar, con la afición volcada, arropando al equipo como probablemente no ha hecho desde hace bastante tiempo. La posibilidad de que el Valencia alcance una final europea, aunque sea la de un torneo descafeinado después del adiós a la Champions, supone una satisfacción. Es un motivo suficiente aunque, no nos engañemos, otra razón de peso, y más en los tiempos que corren, es que los socios no hayan de rascarse el bolsillo. Mestalla estará a tope.

Aunque el Atlético llega a Valencia  con una considerable ventaja en el marcador, es tanta la ilusión de los seguidores valencianistas que ya han borrado de su disco duro la decepcionante imagen de su equipo en el Manzanares, y se centran en que la diferencia de dos goles es razonablemente superable. Ya se ven subiéndose al tren que conduce a Bucarest.

A pesar de que hasta ahora el Valencia no les ha dado motivos, sus aficionados tienen licencia para soñar. Pero seguro que pocos establecerán como referencia la goleada del domingo al Betis. La confianza la da, casi en exclusiva, el tanto que Ricardo Costa hizo en Madrid, en el último suspiro del encuentro de ida. Eso, y que los de Unai, aparte de ser tan imprevisibles como el rival (un día sacan sobresaliente y al otro suspenden), en las grandes ocasiones suelen ofrecer su mejor imagen. Y mañana el Valencia, ante su público, ha de sacar muy buena nota.

Sin embargo todos deberían tener muy claro que para conseguir el objetivo el equipo ha de jugar con mucha cabeza y, a la vez, mostrarse totalmente opuesto del que viajó al Manzanares, unos días antes a Cornellá y, dejemonos de quimeras, también diferente del que goleó al Betis, que resultó ser un enemigo bastante blandito. Los rojiblancos no vienen para dar un paseo. Nadie dice que sea fácil marcarles dos goles y no encajar ninguno. Para que llegue eso, Mestalla, con licencia para soñar, va a exigir que el equipo de la cara.

389 (Publicado en Las Provincias, el 25 de abril de 2012)


24/4/12

Entre bidones y elefantes...

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.534 (24-4-12)

23/4/12

El equipo escribirá la historia

Por estas fechas, hace un año, el Valencia estaba enfrascado en la defensa de la tercera plaza, entonces con el Villarreal pisándole los talones, a sólo tres puntos. Mientras, la continuidad de Unai Emery, en parte debido al silencio de Llorente, era asunto de debate entre los aficionados. Y así, en lucha hasta el último partido, al tran tran se llegó al final del campeonato.
En estos doce meses, ambas cuestiones aparecen en situación bastante similar. Ahora es el Málaga quien persigue al equipo valencianista en la Liga, aunque hoy podría quedar descolgado, porque las visitas a Pamplona nunca resultan cómodas. En cuanto al futuro del entrenador, tampoco se ha concretado, si bien él ya ha dejado caer un primer mensaje de despedida, cosa que por otro lado no sorprende a nadie. El decorado, sin embargo, podría cambiar radicalmente esta semana, especialmente si el equipo diera la sorpresa en el partido del jueves, frente al Atlético de Madrid, que en el camino hacia la final de Bucarest llega con la ventaja del 4-2 del Manzanares. Los próximos días, pues, resultarán determinantes para el futuro del club valencianista. El 4-0 de ayer (a pesar de que se ha pasado de puntillas por el fuera de juego de Soldado en el primer gol y alguna cosa más, ¿eh? Muñiz) no debe tapar el bosque. Pero cuanto menos ha de servir de estímulo a los aficionados para que acudan a Mestalla, y al equipo para que trate de superar la diferencia de dos goles que le conduzca a Rumanía, y también de incentivo para sentenciar el domingo, en La Rosaleda, y que la tercera plaza de la Liga quede garantizada. Claro, decir todo queda muy bonito. Pero después de los recientes ridículos, sin olvidar incluso la excesiva goleada de ayer, esa historia la ha de escribir el equipo. Los jugadores que el año que viene seguirán aquí.
388 (Publicado en Las Provincias, el 23 de abril de 2012)










19/4/12

Los jueves, milagro

Los milagros son hechos no explicables por las leyes naturales. Cosas prodigiosas, experiencias maravillosas como ocurrió en Fátima o Lourdes. El Valencia vivió uno ayer uno en Madrid, mientras los aficionados del Manzanares hacían la ola para celebrar que ya tenían formalizado el pasaporte para Bucarest.
Un milagro en jueves, como la película de Berlanga. Pero aquí fue un milagro de verdad, porque cuando agonizaba la primera parte, a los de Unai se les apareció la Virgen en forma de un gol de Jonas, y en el último suspiro del segundo tiempo Costa puso la otra gota de ilusión de cara al jueves que viene. No es lo mismo el cómico 4-1 que parecía definitivo, que el 4-2 que abre cierta posibilidad, aunque sin quitarle un ápice a la penosa imagen del equipo. A veces no es cuestión de tener más o menos acierto. La fortuna es tan caprichosa como inconstante es el Valencia y en Madrid apareció cuando pocos la esperaban. En el Manzanares se juntaron todos los astros para que el equipo de Unai no se volviera con el rabo entre piernas. ¡Con decir que Alves fue el mejor! Cuando se está al borde el ridículo y se consigue un resultado que ofrece posibilidades de llegar a la final hay que aferrarse a él. Eso sí, el próximo jueves en Mestalla ha de producirse otro milagro, pero no el de San Dimas de la película de Berlanga. No puede ocurrir lo de ayer, que no fue cosa de no tener las ideas claras; es que no las hubo. El equipo se convirtió en un alma en pena (pena dieron algunos jugadores) y acabó por mostrar todas sus carencias. La zona de medios, donde se cuece el fútbol, llevó color rojiblanco. Parecía que el Atlético jugaba con más de once. Y a pesar de que en los minutos finales la entrada de Piatti, Canales y Aduriz dio algo de profundidad, en todo momento se bailó la música de los CDs de Simeone. ¿El resultado? ¡Lo mejor! Ahora, a rezar... y esperar el milagro
387 (Publicado en Las Provincias el 20 de abril d 2012)



18/4/12

El favorito

Resulta difícil imaginar cómo va a resultar el primer asalto de la semifinal de Europa League entre el Valencia y el Atlético, pues a pesar de la diferencia que señala en la clasificación liguera (siete puntos a falta de cinco partidos), el acceso a una final continental siempre estimula el apetito de los contendientes. Es un buen reconstituyente.
A medida de que se acerca el momento, unos y otros hacen sus números y sacan sus cuentas. Muestran/esconden sus poderes. Reflejan sus sueños con imágenes y videos e, incluso, como ocurre en las campañas políticas, recurren a las estadísticas, dándoles la lectura que más convenga, aunque el momento, la coyuntura y los protagonistas (salvo cuatro o cinco entre los dos equipos) no tengan nada que ver con el pasado más reciente. Este Valencia no es muy de fiar, porque desde hace tiempo está convertido en una luz intermitente -ahora sí, ahora no…-, pero en esta ocasión lleva el vestido de favorito. Concurren varias circunstancias para imaginarlo por encima de los atléticos. Para empezar, los números globales que presentan uno y otro equipo. Después aparece la dependencia de un "matador". Soldado es muy importante en el Valencia, sí, pero el Atlético no puede vivir sin Falcao, que es quien marca el cincuenta por ciento de los goles. En este sentido el abanico blanquinegro es bastante más amplio. Luego está el orden de los partidos, que obliga en los planteamientos y adquiere relieve porque el segundo es en el que se resuelve la ecuación y nada mejor que hacerlo arropado por los aficionados propios. Y por último las expropiaciones, los elefantes… ¡Ay, no! Se me ha ido la bola. Por último los parámetros de Unai: técnica, despliegue físico y mentalidad para dejar claro en el campo quién es el favorito, que es lo que esperan ver los que viajen desde Mestalla.
386 (Publicado en Las Provincias, el 18 de abril de 2012)










A Rajoy se le amontona la faena

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.533 (18 de abril de 2012)

17/4/12

Pero... ¿en todo lo demás?

No es para echarse a reír porque el Valencia tiene muchas cosas en juego. Sin ir más lejos, dentro de tres días, uno de los visados necesarios para poder viajar a la final de Bucarest, que da prestigio y dinero. Pero como después de todas los vítores y felicitaciones por dar la cara en el Bernabéu se la han tocado, y bien tocada en Cornellá... Más de lo mismo. Y eso ya aburre y cansa a la afición. En el momento en que Unai dijo que su equipo había perdido “en el apartado táctico, físico y mental”, me vino a la memoria el genial Woody Allen.
Dios me libre de establecer comparaciones, ¿eh?, entre otros motivos porque no hay color, aunque la frasecita de Unai me invita a recordar aquél extraordinario diálogo de Fielding (Woody) y su novia (Louise Lasser), cuando en la película Bananas ella decide abandonarle porque, puntualiza, no le llena “ni emocional ni sexual ni intelectualmente” y él, con cara de ingenuo le responde: “Bueno, pero ¿y en todo lo demás…?” En Cornellá a Unai le fallaron los tres parámetros que había establecido. Los técnicos-tácticos, el despliegue físico y la mentalidad. Y el resultado fue una goleada de vergüenza y decepción. Pero… ¿y en todo lo demás? En lo demás, como el Málaga no pasó de un empate ante la Real Sociedad, el equipo sigue ahí, en tercera posición. Los números le avalan, amigo, que es lo que cuenta, ¿no le parece? Su no fuera así, ¡a ver de qué estaría aguantando Manolo Llorente todos estos chaparrones que soporta! Ahora bien, para sacar algo positivo el jueves a orillas del Manzanares, hay que ponerse las pilas. Ahí no hay margen de maniobra. Unai debería olvidarse de la palabrería y como dice mi amigo Chema, sus jugadores demostrar bastantes más parámetros que el caballo de Espartero. Los parámetros se entienden como unas variables. Y el Valencia, tan veleidoso, se empeña en variar de semana en semana. Jekill y Hyde. Esta vez vamos a imaginar que toca la del buen partido o, al menos, la del buen resultado.
385 (Publicado en Las Provincias el 16 de abril de 2012)









13/4/12

¿Y si Unai tiene razón?

Se puede seguir atizando el fuego, pero cuando cada día y en cada esquina escuchas un argumento distinto, conviene que la prudencia sea compañera de viaje. ¿Y si creyéramos a Unai? Me doy unos golpes en el pecho y aparco todos pensamientos impuros que han desfilado por mi cabeza tras las explicaciones del entrenador por las recientes exclusiones de David Albelda.

El capitán se ha quedado fuera de las tres últimas convocatorias y Unai ha dicho que en todos los casos ha sido por cuestión deportiva. Como dicen que ha mejorado, el tiempo, queda poco, dará o quitará razones. Tampoco sería una sorpresa que Albelda apareciera en la lista para Cornellá.

Nadie negará que las ausencias consecutivas fueron una sorpresa ni debe de extrañar que se desataran los rumores. Además, el asunto venía precedido de una situación de declaraciones encontradas. Un día Unai había reclamado el empuje de la grada y al siguiente David consideraba que ha de ser el equipo quien la estimule. La mecha estaba encendida.

Después ese fuego lo avivaron varias circunstancias, especialmente la reunión del presidente con un grupo de jugadores, entre ellos los cuatro capitanes, a los que el mandatario convocó aparte del entrenador para analizar la situación del equipo. Ahí ya se echó. Se especuló en que hubo críticas a los planteamientos del técnico e incluso en que una grabación habría llegado a sus manos.

Podríamos seguir con la reciente ausencia de Rami a un entrenamiento, que aunque la desveló Unai, se achacó como filtración del jugador. Y hay quien ha llegado a pensar, ¡fíjate!, en que el técnico Hondarribia, consciente de que no es santo de la devoción de Llorente, y de que no le ofrecerá la renovación, con el “castigo” a Albelda le enviaba un recadito; algo así como diciendo quién manda en el equipo. Pero, ¿y si realmente las tres ausencias (en poco más de una semana) han sido por cuestión deportiva? En un par de días podemos tener la respuesta. O no, que diría Rajoy.

384 (Publicado en Las provincias el 13 de abril de 2012)

11/4/12

Esto está "ganao"

La visión desde la lejanía que mucha gente tiene del Valencia, difiere bastante de la de bastantes asiduos a Mestalla. Son dos mundos opuestos. Y a ver cómo los más críticos les explican a los foráneos, para dolor propio, que la imagen que el equipo ofreció en el Bernabéu no ha sido ni es la habitual. Ojalá, aunque eso sí, hasta hace bien poco los números reflejaban que la tercera plaza se iba a conseguir con la gorra.

Pero el fútbol está lleno de paradojas y de quimeras. Después del buen partido que el Valencia hizo contra el líder, (algunos aficionados, hartos de tanto penar, celebraron el empate como si fuera un título), el Málaga hizo que se esfumara la ansiada tercera plaza, ese lugar que para los que no gozan del máximo favor en el reparto televisivo, supone lo máximo. Por eso lo que está haciendo el Levante es para enmarcar. Pero eso es otra historia, que diría el entrañable Moustache de “Irma la dulce”.

Europa League aparte, quedan siete jornadas de Liga y el Málaga se ha metido por delante. Aunque sus compromisos inmediatos aparentemente son bastante más embarazosos (Valencia, Barça, Atlético…) no conviene olvidar que el que va delante depende de sí mismo y que por otra parte los rivales que tiene el Valencia deambulan en mitad de la tabla, como el Rayo, y esos, precisamente son los que se le atragantan.

¿Entonces perdemos la confianza? Ni hablar, proclama el valencianismo. ¿Ni aunque siga sin convocar a Albelda? Ni así. Además... De Albelda y de Soldado hablaremos otro día. Ahora, después del buen juego ante el AZ y en el Bernabéu, sólo vamos a pensar en que se acabó la canción del pasito p’alante, María, y el pasito p’atrás. Que es la “refitiniva”. El equipo le ha visto las orejas al lobo, no se va a dormir en los laureles y el optimismo es total. ¡Hombre! Fíjate si es así que el presidente, que el día de la goleada en el Camp Nou se olvidó de bajar al vestuario a repartir ánimos, en el Bernabéu no dudó en posar con Piatti y Jordi Alba, ambos con el torso al aire, sacando pecho. ¡Esto está “ganao”!

383 (Publicado en Las Provincias el 11 de abril de 2004)

9/4/12

¡Que no decaiga la fiesta!

En domingo de Resurrección el Valencia consiguió su propósito en el Bernabéu y se convirtió en otro. Logró un empate con sabor a victoria. Obsérvese que tratándose de la Pascual, no utilizo la palabra milagro, porque sería injusto calificarlo así debido al buen trabajo que realizó el grupo.

Si no teníamos bastante con lo de las primas de riesgo, en las últimas horas hubo algunas insinuaciones sobre las de terceros. Lo que está claro es ayer el Valencia no sólo supo plantar cara al líder, sino que ofreció continuidad respecto al último encuentro en Mestalla.

El resultado abre más la Liga a falta de siete jornadas (los del Barça estarán frotándose las manos), pero lo fundamental para el Valencia es la buena imagen del equipo (genial Guaita) y que incluso estuvo cerca de ganar.

El partido fue de conceptos contrapuestos. Y no sólo porque desde el primer momento el Unai acertó a pasarle la presión al equipo del Mourinho. Semana a semana los madridistas ven como su eterno enemigo no afloja y afloran los nervios. A lo mejor les ocurre lo mismo que hace unas semanas le pasó al Valencia, que se convirtió en un flan cuando empezó a ver cómo se iba difuminando la amplia ventaja que mantenía sobre sus rivales.

Pero aparte de eso, el Valencia fue mucho Valencia. Mourinho repetirá ese famoso ¿por qué? y el aficionado valencianista podría preguntarse ¿por qué otras veces no ha sido así? ¡Continuidad!

Otro de los conceptos contrapuestos fue que la preocupación que se había generado en torno al marcaje a que habría que hacerle a Cristiano quedó diluida, pues una de las claves del desenlace estuvo precisamente en la superioridad de Tino tuvo sobre Xavi, que desembocó en que el equipo madridista evidenciara un tremendo déficit de creación.

El Valencia dio la cara, con equilibrio defensivo y contras para haber sorprendido, dijo que está muy vivo con esta inyección de autoestima. Ahora toca recibir al Rayo y el domingo visitar el Espanyol. ¡Que no decaiga la fiesta!

382 (Publicado en Las Provincias el 9 de abril de 2012)

4/4/12

Exigencia y respuesta

Hace cuatro días, apenas una hora después del derbi valenciano en Mestalla, Manolo Llorente puntualizo que la continuidad de Unai no corría peligro porque -agregó- en el consejo que preside impera la cordura y no iban a adoptar medidas a la ligera, como sucedió en un pasado próximo, recordó en alusión a la destitución de Quique; un despido que se produjo con nocturnidad, alevosía por el continuo derroche y, si se quiere, hasta con procacidad, pues era la jornada 9 y el equipo aparecía en cuarta posición.

Si las palabras del presidente del Valencia hubieran terminado ahí… Pero al voto de confianza agregó una coletilla que induce a pensar que las horas de Unai en el Valencia pueden ser más breves de lo que muchos creemos y de lo que el entrenador dio a entender en una recientemente comparecencia. Porque la frase de Llorente prosiguió con un condicional, con una premisa: mientras que el equipo se mantenga tercero y alcance las semifinales de la Europa League.

Lo que no sea, pues, llegar a semifinales y una plaza para la Champions, habrá que entenderlo como fracaso. Manolo, como gestor del Valencia, está obligado a generar ingresos para que la sociedad siga adelante y eso pasa por la clasificación para la Liga de Campeones, que reporta los euros necesarios para hacer frente a las fichas de la plantilla, y que la rueda siga girando (En el ejercicio pasado se superaron con creces los 20 millones).

El Valencia mañana buscará en Mestalla una plaza para la semifinal de la Europa League, y el domingo, en el Bernabéu, tratará de frenar al líder para mantener a distancia al Málaga, Levante, Osasuna, Atlético y Sevilla, que llegan por detrás, apretando.

Pase lo que pase en esta semana de pasión, una apresurada salida de Unai resultaría injusta. Refrendaría precipitación y que no hubo confianza cuando se le renovó, aunque los los números le avalaban. Y en todo caso, su marcha debería ir acompañada de algo más antes de que los pañuelos de Mestalla dicten sentencia.



381 (Publicado en Las Provincias, el 4 de abril de 2012) 

3/4/12

La cofradía del santo recorte

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.532 (3 de marzo de 2012)

2/4/12

Hay que saber a qué se juega

Lo mismito que el sábado le sucedió a Alarte. Batacazo. ¡Chico, ni la pedrea! Porque el puntito que consiguió el Valencia en el derbi con el Levante, para los aficionados de Mestalla no tiene más lectura que un sabor rancio. Un sabor de derrota y de sofocón. El de los colores que el equipo de JIM le sacó al de Unai, que sigue a la deriva.
Antes del partido me comentaba un amigo la importancia que en un grupo tiene saber a qué se juega. Eso de los conceptos, las intenciones, lo de las ideas claras siempre es fundamental, y claro, coincidimos. Hay que saber a qué se juega. Por eso, durante el desarrollo del juego, fue difícil escapar de la realidad. Los azulgrana tenían las ideas bastante más precisas que los de Mestalla, aunque el presente, es decir, lo que hemos visto a lo largo de la temporada, determina que apenas hace falta un poquito de maña para que pasar por encima de este grupo, que acaba los partidos hecho un flan y con el público encolerizado. Cuando las ideas no fluyen, como le pasó al Valencia, hay que echar mano de otras cosas. Y el equipo de Unai apeló a la heroica, a la voluntad, a las calidades individuales en algunos futbolistas, incluso si se quiere, al arrojo -porque a pesar de que el público sacó otra vez los pañuelos (¡y ya van…!)-, inmediatamente trató de llevar a los jugadores en volandas. Habría sido más lógico que los llevara en parihuelas. Este equipo está muy herido y le hace falta algo más que analgésicos. También habrá que pensar que si el Levante deja pasar una oportunidad como la que tuvo ayer, va a resultar difícil que alguna vez se lleve los tres puntos de Mestalla. Pero no nos engañemos. Aportó el criterio que le faltó al Valencia que puso muy poquito. Y no hubo nada más. Bueno sí, otra pañolada de despedida final, acompañada de una bronca, que se escuchó con nitidez a pesar de que se subieron los decibelios de la megafonía del estadio para tratar de mitigarla. ¡Y el jueves, en plena semana de pasión, llega el AZ!
380 (Publicado en Las Provincias, el 2 de abril de 2012)