30/9/11

El junco y el viento

Aseguran que no hay nada más desconcertante que una colleja en la oscuridad. Debe de sorprender y enojar al mismo tiempo aunque, probablemente más que asombro, producirá cabreo. Algo parecido a lo que ocurre con las decisiones que toma Unai.

Cada determinación del entrenador del Valencia entraña un sobresalto y un disgusto, aunque esta vez el equipo se sacudió el polvo en la última media hora. Fue todo una: encajar el gol, meter una marcha más, la reacción de un público generoso y que el rival ayudara al decir que tenía suficiente. En ese momento, el junco doblegado recuperó su prestancia y vigor. ¿Acaso es que amainó el viento?

Frente al Chelsea, aparte de 'san' Alves, a Unai le salvaron los cambios, tan criticados en otras ocasiones. Acertó con la incorporación de Piatti, y más con las de Jonas y Feghouli, el consiguiente atrevimiento de prescindir del organizador Éver para dar otro aire y, a la vez, crear superioridad con las arrancadas de Víctor, al que Albelda cubrió la espalda.

Pero como no sólo de pan vive el hombre, habrá que exigir que haya mezcla y no vale una cortadita trasparente de jamón. Por mucho rival que hubiera delante, se esperaba algo más. Bastante más. Y sobre todo, mucho antes.

Al margen de la intensidad que pongan los jugadores y la experiencia de unos y otros (la del Chelsea es superior), Unai desconcierta y provoca demasiados interrogantes. ¿Qué queda de la idea del pasado reciente, lo de jugar con dos delanteros por la preferencia de ganar 5-4 antes que 1-0? ¿Por qué Aduriz no entró en la convocatoria? ¿Y Mathieu? Ni Bosingwa es Alves ni en el uno contra uno el francés es capaz de desbordar. Son situaciones distintas enfocadas con el mismo criterio.

Unai dio por bueno el empate y, aunque parece que sólo se arrepiente de las malas decisiones si no obtiene el resultado que espera, llegado el momento mira a otro lado. ¡Ah!, me remito a sus palabras en Sevilla, porque aquel difunto todavía está caliente.


305. (Publicado en Las Provincias el 30 de septiembre de 2011)










29/9/11

Cosas del fútbol VIII

Cosas del fútbol (41): En contra de la creencia popular, cuando el delantero tiene dolor en el recto anterior, no se debe a que su novia le haya dejado a medias .

Cosas del fútbol (42): Cuando el árbitro no lleva suelto encima ¿con qué hace el sorteo del campo?

Cosas del fútbol (43): ¿Por qué se dice marcar de tacón cuando se quiere decir de talón? (el tacón está en la planta del pie)

Cosas del fútbol (44): ¿Un equipo sin control tiene riesgo de embarazo?

Cosas del fútbol (45): ¿Por qué el locutor se empeña en decir que tal jugador bajó a recibir o subió a atacar siendo que el partido se desarrolla sobre un mismo plano?

Mis dibujos (53)

El árbol de la vida

28/9/11

Cosas del fútbol VII

Cosas del fútbol (36): ¿Cuando un equipo le da un baño al rival, debe de utilizar gel neutro o vale cualquier otro jabón líquido?

Cosas del fútbol (37): ¿Si un jugador ha de pagar los platos rotos, puede utilizar la tarjeta VISA o ha de hacerlo en efectivo?

Cosas del fútbol (38 ): ¿Por qué los equipos se empeñan en fichar a un mediocentro y no a uno totalmente entero?

Cosas del fútbol (39): Si el locutor dice que un jugador corre la banda… ¿se refiere a que la desplaza unos metros de su anterior posición?

Cosas del fútbol (40): Irremisiblemente si uno lo da todo en el campo, se irá desnudo al vestuario.

Derribar y construir

El Valencia ha de derribar al gigante para poder construir su futuro. El equipo ha de mantener viva la ilusión hasta el último aliento. Hoy se juega más que la continuidad en la Champions y los euros que conlleva. Si es una obligación dar un paso al frente para no descolgarse en el torneo continental, esa iniciativa también es un ejercicio de máxima responsabilidad para pasar la página desenfocada de Sevilla y recuperar el crédito perdido.

No importa que enfrente esté el Chelsea de Anelka, Drogba, Torres, Mata, Lampard y compañía. Mejor así. La motivación va implícita, en estos casos aumenta y además, en Mestalla, es habitual cambiar del negro al blanco, obviando toda la escala de grises.

Recibo un tweet de una amiga muy valencianista que cada vez que habla del entrenador le mete caña. «Llevamos así cuatro años», se queja, indignada aún por lo de Sevilla, y alude a un «trastorno bipolar acusado». Es abogada, pero sabe de sicología. Y de fútbol. Y se refiere a los desatinos del técnico con un elocuente «Emery vs Unai».

En ocasiones le he dado la razón, porque hay planteamientos de Emery que Unai se los carga de un plumazo. Desde que llegó a Valencia ha caminado por el filo de la navaja. Ha hecho dudar a su presidente y mantiene a la afición dividida, aunque nunca se ha escuchado un colectivo «vete ya» como les ocurrió a varios de sus antecesores.

Estoy seguro de que esta vez no habrá criticas. Contra los grades es distinto. Unai se transforma (algún día convendría analizar detenidamente los porqués). De entrada ronda el convencimiento de que ni hoy va a sonar la música de Dukas ni Unai se vestirá de aprendiz de brujo. En esta adaptación no hay esperimentos ni mago Yensid y, aunque podrían aparecer las escobas, el entrenador no va a caer en los mismos errores. Contra los grandes Unai se metamorfosea.


304. (Publicado en Las Provincias, el 28 de septiembre de 2011)








27/9/11

La velocidad y el tocino

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.507 (27 de septiembre de 2011)

26/9/11

Mis dibujos (52)

En la montaña Principe Pío han construido un banco...

Emery y los neutrinos

Cuentan que hace algunos años, en un conocido cine de Valencia, había un acomodador muy peculiar. El hombre actuaba con diligencia, pero era tan codicioso que si el público asistente no le daba la tradicional propina, a modo de represalia desvelaba por lo bajinis el desenlace de la película en cuestión: «¡El asesino es el mayordomo.!»

En el fútbol eso es impensable. Ni en el Camp Nou. Se puede imaginar el desenlace, pero el resultado no responde a ciencia cierta. Ahí están las sorpresas que durante años ofrecen las quinielas. Aquel individuo no tendría cabida en Mestalla porque, además, cuando el Valencia se enfrenta a rivales de la talla del Barça o, como pasado mañana, del Chelsea, no causa extrañeza que alguien pronostique que los futbolistas se van a dejar el alma en el campo.

El resultado, será el que será, pero en las grandes ocasiones siempre ocurre lo mismo. Otra cosa es cuando el equipo, como el sábado en Sevilla, se dispersa, ofrece su peor imagen y acaba con el rabo entre piernas, a pesar de que haya algún samaritano que lo justifique con bálsamos como el cansancio y esfuerzo acumulado, la mala fortuna que lleva el balón al poste o un error arbitral.

Contra el Chelsea vamos a ver una actitud diferente. Todo el valencianismo sabe que el equipo va a pelear, va a poner intensidad y más velocidad que esos neutrinos que dicen que corren que se las pelan. Todo lo que sea necesario para que el entrenador no vuelva a tener que hablar de los «deEmerytos» del equipo.
Después del partido con el Barça, y a pesar del empate, Unai ascendió a los altares. Cuatro días más tarde, en el Pizjuán, cayó en el averno. Ni tanto ni tan poco. Pero atención, que nadie quiere recordar la conversación de aquel chaval que acudía por primera vez a Mestalla de la mano de su padre, y cuando decepcionado durante el partido, le preguntó «¿Papá, qué es la intensidad?», obtuvo por respuesta: «Cuando lleguemos a casa lo miraremos en el diccionario».



303. (Publicado en Las Provincias el 26 de septiembre de 2011)








Cosas del fútbol VII

Cosas de fútbol (31): ¿"Marcar en parábola" es hacerlo sobre la narración de un suceso inventado del que se extrae una enseñanza moral?

Cosas del fútbol (32): Cuando el locutor dice "El equipo pide la hora", siempre pienso en que con lo que ganan los futbolistas alguno podía haberse comprado un reloj.

Cosas del fútbol (33): El locutor dijo que el penalti había sido como una catedral, pero no aclaró si de estilo románico, gótico, barroco...

Cosas del fútbol (34): Si una falta es "de libro" y la hace un jugador bajito se entiende que el libro es de colección de bolsillo.

Cosas del fútbol (35): ¿Lo de la cepa del poste tiene algo que ver con eso de que el portero salió a por uvas?

Cosas del fútbol VI

Cosas del fútbol (26): El equipo tal hizo su partido. Claro. Difícilmente podría haber hecho el partido del rival, ¿no?

Cosas del fútbol (27): Cuando un equipo se cierra ¿simplemente da un portazo?

Cosas del fútbol (28): ¿Por qué el locutor nunca aclara si cuando entra un hombre de refresco, es de cola de naranja, con burbujas...?

Cosas del fútbol (29): Eso de balones aéreos... ¿Acaso los hay terrestres y marítimos?

Cosas del fútbol (30): Cuando el locutor dice "jugadores de campo" siempre excluye al portero. ¿Por considerar que es un jugador "de playa"?

25/9/11

Mis dibujos (51)

Humos y equinocio de otoño

Cosas del fútbol (V)

Cosas del fútbol (21): Si el árbitro amonesta al banquillo, ¿los directores de una sucursal de barrio del BBVA se deben dar por aludidos?

Cosas del fútbol: Cuando el locutor dice que el portero hizo una palomita, nunca aclara si es de maíz y si es dulce o salada.

Cosas del fútbol (23): ¿Hacer falta es lo mismo que ser necesario?

Cosas del fútbol (24): ¿Si el defensa se desdobla se debe de entender que previamente estaba plegado?

Cosas del fútbol (25): ¿Antes de una penetración los delanteros siempre lubrifican?

23/9/11

A Unai lo que es de Unai

Había ganas de hablar de fútbol sin más y el partidazo del miércoles en Mestalla proporciona suficientes argumentos aunque, eso sí, nada de lanzar confetis, que aquí somos muy dados a cambiar como si nada de la acera de la angustia a la de la euforia, y pasado mañana hay otro duelo tremendo, esta vez en Sevilla.
Sin embargo, eso no quita para que el valencianismo celebre ver a su equipo ahí arriba. El termómetro señala que se puede mantener la confianza y seguir hablando de fútbol. Ya está bien de pitos y flautas y otras distracciones, aunque lo de las parcelas no hay que dejarlo un minuto, ¿eh? Pero era hora de centrarnos en el juego como respuesta a un partidazo, a pesar de que para el Valencia debe de haber sido frustrante eso de tener al Barça sobre las cuerdas, dominándole de de pe a pa, y acabar cayendo en la desesperación en el último cuarto de hora.
Con la presión añadida que suponía la presencia en la grada del añorado Benítez, Unai demostró que también sabe. Del mismo modo que en otras ocasiones hemos dicho que se ha equivocado, ahora hay que valorar su trabajo, su planteamiento, porque fue eficaz y sólo lo trastocó la lesión de Albelda y el agotamiento de Mathieu, aunque era pedir demasiado que ante los millonarios de Qatar Foundation el equipo mantuviese los noventa minutos la fortaleza y la concentración.
Por mucho que digan e incluso que alguien rebusque penaltis y excusas, el Valencia fue mejor que el mejor equipo del mundo para el que el empate es gloria. Y retama para los de Mestalla, porque dejaron escapar una gran ocasión.
Unai le tiene tomada la medida a Pep, a pesar de que el Barça cuenta con jugadores sensacionales. Pero si, como hizo el Valencia, se le presiona y aísla y asfixia a Xavi, se convierte en un quiero y no puedo. A pocas horas del examen de Sevilla, muchos piensan en que se ha ganado una batalla y puede leerse así. Pero no conviene olvidar que lo importante es ganar la guerra. Continuidad, amigo, continuidad.

302 (Publicado en Las Provincias,el 23 de septiembre de 2011)

22/9/11

Cosas del fútbol IV

Cosas del fútbol (16): ¿La zona ancha? ¿Es que hay alguna más estrecha que otra?

Cosas del fútbol (17): ¿Si un equipo pone toda la carne en el asador, debería de preguntar al rival si la prefiere al punto, poco hecha...?

Cosas del fútbol (18): Es imprescindible que el delantero haga un hoyo profundo si se va a plantar sólo delante del portero.

Cosas del fútbol (19): ¿Si un equipo practica el juego subterráneo, sus jugadores deberían ir provistos de carbureros, cuerdas, mosquetones y arneses?

Cosas del fútbol (20): ¿Para perforar el marco contrario basta con disponer de una Black and Deker o se necesita una taladradora hidráulica?

Cosas del fútbol III

Cosas del fútbol (11): ¿Un penalti siempre es por falta sancionable con libre directo que se realiza dentro del área, o vale si es en un despacho?

Cosas del fútbol (12): Cuando el locutor dice que el equipo se vacía en el campo, ¿qué regresa al vestuario al acabar? ¿el forro o qué?

Cosas del fútbol (13): Cuando oigo "un tiro al primer palo" o "un centro al segundo", miro a la portería para ver si han numerado los postes.

Cosas del fútbol (14): Si un jugador lo da todo en el campo, ¿tiene exenciones fiscales? ¿La tributación corresponde al beneficiario?

Cosas del fútbol (15): ¿Cuando se habla de carga legal se alude a los impuestos?

Cosas del fútbol II

Cosas del fútbol (6): ¿Por qué cuando dicen que un jugador se multiplica en el campo nunca indican ni por cuanto ni el resultado?

Cosas del fútbol (7): ¿Cuando el locutor dice que el árbitro pitó mal se refire a que en lugar de un do sostenido hizo sonar un si bemol?

Cosas del fútbol (8): ¿Si un futbolista se tira a la piscina es imprescindible que sepa nadar crol o vale si se defiende con braza?

Cosas del futbol (9): Si el locutor dice que el equipo esta embotellado, ?por qué no indica la cosecha?

Cosas del fútbol (10): ¿Por qué los niños de San Ildefonso nunca salen cuando el locutor anuncia que se va a proceder al sorteo del campo?

Cosas del fútbol I

Cosas del fútbol (1): Cuando un equipo le tiene mucho respeto al rival, ¿en los corners y tal los jugadores hablan de usted a los contrarios?
Cosas del fútbol (2): Cuando un árbitro se traga un penalti, ¿luego debe tomarse un alka seltzer o el bicarbonato es suficiente?
Cosas del fútbol (3): ¿Y en lo de marcar al contrario? ¿Es suficiente con tiza o resulta más efectivo el hierro candente?
Cosas del fútbol (4): ¿Cuando el portero hace la estatua necesita un martillo y cincel?

Cosas del fútbol (5): ¿Para borrar al rival es mejor la goma Milan de siempre o resultará más efectiva la Staedtler?


Maria José flanqueda por dos Luises

Ordenando el despacho me ha aparecido esta deteriorada pero entrañable foto, con Maria José y mi admirado don Luis Berlanga, y no podía dejar pasar la ocasión de colocarla en el blog.

21/9/11

El día idóneo para ganar

Se habla de la oportunidad o inoportunidad de que el Valencia rinda precisamente hoy un homenaje a su ex entrenador Rafa Benítez y en esto ocurre como con lo de los penaltis. Que sólo los pueden fallar quienes los tiran. Se ha fijado para hoy y ya está.
Nadie discute que Benítez se merece la insignia de oro y brillantes de la sociedad porque en la historia del club de Mestalla ha sido el entrenador que más alto ha llevado al club. Dos títulos de Liga, uno de Copa de la UEFA y el cariño de una afición que lo recibió con escepticismo, lo despidió con lágrimas y lo recuerda con nostalgia.
Sin embargo eso no quita para que se pueda considerar que el acto tiene la fecha equivocada o, cuanto menos, discutible. Hace tiempo que el club debió rendirle pleitesía pero caray, justamente hoy, por mucho partidazo que haya en cartel, o por eso, puede que no sea el día más adecuado.
Aquí nadie duda de que el Valencia saldrá al doscientos por cien; de que el líder ganará al campeón, mantendrá su primacía, añadirá morbo a la competición y obligará a guardar silencio a quienes no cesan de hacer comentarios escatológicos sobre la Liga. En ese caso, miel sobre hojuelas. La fiesta sería completa.<> Pero nunca se debe dar pie a que la oportunidad resulte inoportuna y en este caso puede que lo sea la presencia de ese Barça del que su técnico dice que no va a ganar ningún título y un día después le hace un roto al rival.
Unai tiene adeptos pero también detractores, y como cuando las cosas no salen bien al primer lugar al que dirigen las miradas es al banquillo, con el recuerdo de Benítez presente no quiero pensar qué podría cantar la grada de Mestalla si el Barça se despacha a gusto.
Benítez se merece la insignia y muchas cosas más, pero ahora el entrenador del Valencia es Unai y quizá no es el mejor día para los recuerdos... O vamos a ser optimistas y pensar que sí, que es la fecha idónea para el homenaje y para un brillante triunfo del Valencia.


301. (Publicado en Las Provincias, el 21 de septiembre de 2011)





20/9/11

Mis dibujos (51)

No te quejes. Las cosas siempre pueden ir peor.

El torero y el bombero

Publicado en Valencia Fruits, nº 2.506 (20 de septiemebre de 2011)

19/9/11

Ironías, favoritos y un hacha

Si Guardiola dice que lo normal es que el Barcelona no gane título alguno y Mourinho replica que la intención del Real Madrid pasa por asegurar la permanencia, mi amigo el valencianista se pregunta por qué él no puede gritar a los cuatro vientos «¡Aquí estamos nosotros!», sin que le tachen de irónico, como les ha ocurrido a los dos Pepes.
Pues claro que sí. Si durante dos años consecutivos el Valencia ha sido el mejor equipo del segundo grupo, cuando los favoritos, que son los dos más ricos, se ponen la piel del cordero, si se puede habrá que aprovecharlo, ¿no?
Treinta y ocho jornadas es un mundo, aunque lo que va delante, va delante. Pero de la misma manera que no hay que lanzar las campanas al vuelo por estar en cabeza, tampoco es de recibo eso de que un todopoderoso que viene acaparando títulos se refugie en el recurso de la sorna en cuanto le han venido un par dobladas, porque al final de la corrida, después de tantas goleadas, si realmente acaba en blanco, se le podrá buscar el rubor. Y a Mourinho, después de lo de ayer, también se le puede decir que no se descuide.
Mi amigo insiste eufórico. «¡Oye, tres de tres y Soldado pichichi!». Que sí, que tiene razón, le digo. Aunque ante tanta vehemencia he de recomendarle un poco de discreción, que siempre es una buena compañera de viaje, y le advierto de que el peligro de hacerse ver demasiado es que aquí, a la mínima, te pueden sacar los colores.
En este mismo foro comentamos el jueves pasado que Unai Emery había desenterrado en Genk los debates de la portería y del sistema de juego y que debería de ir con cuidado porque hay bastantes aficionados que le tienen ganas y a la mínima no dudan en desenterrar el hacha de guerra. Pues bien, un día después, camino de Gijón, fue él quien se apropió la expresión para espolear a sus futbolistas. «Si veo relajación, saco el hacha», dijo, y como hubo dominio y el resultado fue favorable, no hubo nada que objetar porque de lo contrario, hubiéramos visto quién la empuñaba.


300. (Publicado en Las Provincias, el 19 de septiembre de 2011)




18/9/11

Mis dibujos (50)

Europa adopta medidas para ayudar a Grecia

Unai y el hacha de guerra

Unai repite que cada partido es un examen y es cierto. La vida en sí es un examen diario del que en ocasiones no sabemos las materias que vamos a tratar y, precisamente por eso, lo afrontamos sin la debida preparación.
Con esto no cuesiono la capacidad del entrenador del Valencia. En el tiempo que lleva en Mestalla ha dado suficientes muestras de su solvencia. Pero, caray, cuando el horizonte se presentaba despejado después arrancar la Liga con apuros pero con sendas victorias, el hombre va y se despacha con un ensayo que digo yo que podía haber hecho con gaseosa y en el laboratorio de Paterna.
El ¡cataplum! continental ha hecho pupa. Unai desenterró dos viejos debates, el del sistema de juego y el de la portería, y como el resultado fue decepcionante, quienes le tienen entre ceja y ceja no tardaron en coger la pala, pero para desenterrar el hacha de guerra. Aunque la chilena de Rami hubiera llevado el balón un milímetro más abajo, el técnico no se habría librado de los dardos.
Mi amigo el valencianista está que trina. «¡Ahora veremos qué pasa en El Molinón!», exclama, y recuerda preocupado que el equipo asturiano cuenta sus partidos por derrotas y que eso es un arma de doble filo.
Hace poco comenté con él las diferencias que se observan entre la actual plantilla y la del pasado reciente. Hablamos de bloque y calidad y a priori tiene mejor pinta. Parece más homogéneo, pero sigue siendo pronto para sacar conclusiones. La experiencia invita a ser prudente y dejar pasar unos partidos. Hay que esperar, al menos, hasta mediados de octubre. Para entonces el Valencia habrá visitado Gijón, Sevilla y Mallorca, y por Mestalla habrán desfilado Barça, Chelsea y Granada.
Tiempo al tiempo, pero sin licencia para dormirse en los laureles porque el hacha de guerra la desentierran con la misma facilidad que él reabre el debate de la portería o del sistema de juego.


299. (Publicado en Las Provincias, el 16 de septiembre de 2011)





15/9/11

Mis dibujos (49)

La voz de su siervo

Mis dibujos (48)

Hay que tener habilidad para montar un barco fuera de la botella

14/9/11

Unai ha de tocar madera

El empate sin goles en su debut en la Champions es un pésimo resultado para el Valencia. El 0-0 supone un batacazo ante la cenicienta del grupo. Aparte del tremendo desencanto, porque creo que todos nos habíamos hecho ya un abrigo con la piel del oso, Unai ha reeditado dos viejos debates. El del sistema de juego y el de la portería, con la presencia de Alves y la suplencia de Guaita. Un triunfo, aunque apuradísimo, lo hubiera disimulado todo. Pero no. Por eso el técnico deberá de tocar madera porque ayer, martes y trece, su equipo dio un paso atrás. Y eso no es nada bueno.
Vamos a partir de la premisa de que el Valencia es más que teóricamente superior al Genk belga, pero también que está muy claro que al equipo se le atraganta el 4-3-3 y que Unai, erre que erre, no se baja del burro. Ayer volvió a apostar por un dibujo que reportó escasa fluidez al juego. Aunque dispuso de mejores ocasiones que el rival, al equipo le costó dios y ayuda alcanzar el área contraria, especialmente porque Ever y Parejo se retrajeron a la hora de pisarla.
Las rotaciones en el fútbol moderno resultan habituales, sobre todo si los equipos son de alto copete y, por lo tanto, participan y se la juegan en diferentes competiciones. Es lo que le ocurre al Valencia. Aunque la realidad dice que esto no ha hecho más que empezar y, por lo tanto, se supone que los entrenadores deberían de alinear a los que están en mejor estado de forma, también es lógico que no pasen por alto lo que se avecina.
Los técnicos, y en este caso Unai, acostumbran a alternar a algunos futbolistas y dar descanso a los que, por su estado de gracia o por su calidad, van acumulando minutos. Se podría pensar cuando como ahora, sábado-martes-sábado, se suceden los compromisos. Pero por otro lado también se hace extraño hablar de descansos cuando llevamos dos jornadas. Y encima el cambio del dibujo.


298. (Publicado en Las Provincias, el 14 de septiembre de 2011)



Mis dibujos (47)

La otra bailarina de Degas

13/9/11

Es necesario tomar decisiones


Publicado en Valencia Fruits, nº 2.505 (13 de septiembre de 2011)

Mis dibujos (46)

El drive frito

12/9/11

Mis dibujos (45)

Los gritos del silencio

Miguel, Unai y Llorente

Aunque la atención del aficionado ya busca el enfoque del Fenix Sadion de Genk, la semana del Valencia ha dado otros motivos para seguir hablando y debatir sobre asuntos a los que no se puede dar carpetazo así como así.
Son cuestiones que van desde la alineación al sistema y permutas que realizó Unai frente al Atlético. Para gustos, colores. Pero, además, aparecen otros asuntos candentes como la asistencia y actitud pasiva de Llorente en la cumbre revolucionaria de Sevilla (cita para tratar de cambiar los puntos sobre las íes ya acordados en el reparto televisivo a partir de la temporada 2014-15), o la postura del técnico con Miguel, al que el sábado dio la titularidad ante las ausencias de Bruno y Barragán (porque el luso sigue en la plantilla ya que el club no pudo cumplir la 'promesa' de deshacerse de él como había solicitado el entrenador).
Aplaudí la alineación. Observando la lista de convocados (entiendo que siempre son los que el entrenador considera que están en mejor momento de forma y más le convienen para su planteamiento), me pareció un bloque de corte ofensivo, aunque luego resultó menos de lo que esperaba, porque sufrió excesivos apuros defendiendo ¿Y los cambios? El más efectivo el de Jordi, para que la banda izquierda no fuera un quiero y no puedo.
¿Hablamos de Miguel? Pues claro. Es evidente que, aunque no es mal tipo, desde que llegó su comportamiento fuera del campo es más que discutible, censurable. Pero del mismo modo que se sabía que en plena forma es uno de los mejores laterales de Europa, los devaneos también eran conocidos. No seamos fariseos. Si está en la plantilla, puede jugar.
Ahora bien, ¿qué el vaso se desborda? Probablemente y desde hace tiempo. Aunque no se puede pedir a Unai que sea quien lo linche. En todo caso es obligación de quien lleva las riendas de la sociedad. Y ya que en el asunto de Sevilla pasó palabra, ahora podría pedir el comodín de la llamada, para ver qué opina quien lo puso ahí.

297. (Publicado en Las Provincias, el 12 de septiembre de 2011)




9/9/11

Mis dibujos (44)

La ventana indiscreta

Del motín de Sevilla a Miguel Brito

Siempre que se habla de repartir parece que ese verbo debe de llevar implícito el adjetivo que caracteriza la imparcialidad. Un reparto justo y razonable. En cuestiones de justicia se alude a la ecuanimidad y cuando se trata de una distribución material, a la equidad, a lo de partes iguales.
Pero la realidad dice que el asunto es ambiguo. Estos días tenemos dos ejemplos palpables. Vamos con el primero. Con la actitud que ha adoptado Unai con Miguel. El estilo de vida y los devaneos del defensa luso le han colocado desde hace tiempo con un pie fuera del club, pero como no se ha logrado darle el pasaporte, el técnico le ha ofrecido la enésima oportunidad de redimirse. Lo que unos calificarán de agravio comparativo otros lo tomarán como una postura conciliadora.
El otro caso es la llamada cumbre revolucionaria sevillana, en la que un grupo de doce equipos de Primera han debatido sobre la pretendida redistribución del reparto de los derechos televisivos de cara a la temporada 2014-15.
La pretensión es lógica y aunque todos coincidirán a la hora de recibir ya veremos cómo responden quienes han ceder parte de lo que ya tienen. Además, cuando se habla de distribuciones, siempre recuerdo a aquél listillo que repartía «uno para mí, uno para ti y otro para mí; uno para mí, uno para ti y otro para mí...»
Tiempo habrá para estudiar el guión del movimiento que encabeza Del Nido y ver si terminamos hablando de un drama o de una comedia. Sin embargo, resulta evidente que el argumento del caso Emery-Brito tiene todos los condicionamientos de una mascarada, aunque parezca el 'Matrimonio de conveniencia' del grandullón Depardieu y la encantadora Andie MacDowell.
Ya que no ha habido forma de rescindir el contrato del luso sin aflojar la totalidad de la ficha, el análisis es la mejor ayuda para acertar y, como aparte Miguel es un buen futbolista (en plena forma, de los mejores laterales), Unai lo justificará alegando que es lo mejor para el Valencia.




296. (Publicado en Las Provincias, el 9 de septiembre de 2011)

Mis dibujos (43)

El desplome del mercado inmobiliario.

7/9/11

Llorente y el gorro frigio

Para entenderse es necesario hablar y además es muy importante mirarse a la cara. No es agradable dialogar con alguien que mientras lanza su mensaje mira al tendido, tal vez en espera del aplauso de los que están en la mesa de al lado o, simplemente, dirige la mirada al infinito, quizá ansioso de recibir una señal que le diga que está en lo cierto.
La gente del fútbol va a hablar. El presidente del Sevilla, José María del Nido, ha convocado una reunión para tratar de lo que él y otros consideran un desproporcional reparto de los derechos televisivos. Se trata de un debate que viene de muy lejos pero que parece que ha tomado más cuerpo tras las goleadas del Real Madrid y Barcelona al Villarreal.
A esta cita están invitados todos los clubes de Primera, salvo los dos goleadores que circulan por otra vía, cosa que hasta cierto punto es humana, y quizá por eso muy injusto, porque no quieren que les toquen una cereza de su amplia parte del pastel.
Del Nido, digo yo que por aquello de estar en oposición con el Antiguo Régimen, se vista de Dantón y ha comparado la asamblea con la Revolución Francesa, aunque aquí no hay guillotinas ni tomas de Bastillas que valgan, que para eso somos muy civilizados.
A algunos les ha sorprendido que el Valencia acuda a esta cita cuando hasta bien poco estaba (o sigue estando) alineado con madridistas y barcelonistas. Pero eso no quita para que, por respeto a sus aficionados, el presidente Manuel Llorente, aunque no se ponga el gorro frigio, esté presente en esa reunión.
El acuerdo no va a ser fácil ni mucho menos. Hay demasiados intereses. Pero lo primordial de la reunión es que se va a hablar y el diálogo es el primer paso. Siguiendo con el símil revolucionario, puede ser el inicio para alcanzar en este caso una 'Declaración de los Derechos de los Clubs y sus Socios'. Y aunque es mucho presumir, puede y debe de ser el principio del futuro.


295. (Publicado en Las Provincias, el 7 de septiembre de 2011)





6/9/11

¿Algún día los ricos pagarán más?

Publicado en Valencia Fruits (nº 2.504, de 6 de septiembre de 2011)

5/9/11

Estrés en el fútbol

La mayor parte del personal ha vuelto ya a la cruda realidad. Se cambian las vacaciones por la rutina. Atrás quedan las montañas o playas. Y los pequeños inconvenientes, procesionarias, mosquitos o medusas, se convierten ahora en enormes problemas emocionales, aparte de los consabidos embotellamientos, prisas y aglomeraciones. Son esos trastornos que los expertos llaman estrés postvacacional.
Como el parón liguero prácticamente ya es historia, a los equipos de fútbol también les salpica ese síndrome. Aunque han aflojado bien poco, todos han de recuperar el pulso y volver a la rutina, a pesar de que en algunos casos hasta el jueves no podrán contar con todos los efectivos para preparar la tercera jornada de la Liga, que realmente es la segunda. Por cierto, ¡qué tiempos aquellos en los que, en situaciones así, el Valencia se entrenaba casi en familia, porque aportaba hasta nueve futbolistas a los equipos nacionales! Tampoco son tan lejanos, ¿eh? Pero vamos a lo que vamos.
Algunos sicólogos suelen decir que lo del síndrome postvacacional no existe y lo definen como un malestar pasajero. Sin embargo, admiten que a veces afecta de forma muy negativa e incluso en ciertas ocasiones puede convertirse en un suplicio, cuando a la habitual tensión se acumulan otras contrariedades y preocupaciones. Es lo que se entiende como una hiperexigencia. Realmente es el resultado de una sociedad en la que el trepidante ritmo de vida provoca ansiedad.
En el mundo del fútbol está claro que no será lo mismo retomar la competición para el Valencia, que lleva tres puntos en la mochila, que para el vecino Villarreal, que tiene las alforjas vacías y aún no le han desaparecido las cicatrices de los cinco costurones de sutura.
Mientras el Madrid y el Barça libran su batalla, los demás pelean por diferentes objetivos y curiosamente la jornada se presenta espectacular por los Valencia-Atlético y Villarreal-Sevilla. Dos duelos con cuatro gallitos llamados a crear ansiedad a los gigantes.


294. (Publicado en Las Provincias, el 5 de septiembre de 2011)




Mis dibujos (42)

La ley del suelo

4/9/11

Mis dibujos (41)

¡Qué lata volver a la rutina!

3/9/11

Mis dibujos (40)

El precio de la vivienda

2/9/11

Mis dibujos (39)

El arte del deporte y la televisión

Miguel Brito y el chiste del caballo

Hay un viejo chiste que seguro que conocen Llorente, Unai y Braulio. Más o menos dice así. Se encuentran dos amigos (bueno, no debían de ser muy amigos) y uno explica las virtudes de un caballo que tiene. «Me limpia la casa, me lava la ropa, me compra la prensa, me trae las zapatillas...» El otro, maravillado, le pide precio y acuerdan la venta por dos millones de euros.
Pasa el tiempo, se vuelven a encontrar y el vendedor le pregunta cómo le iba con el caballo, a lo que el nuevo propietario, fuera de sus casillas, exclama: «¿Qué cómo va? ¡Pues fatal, porque ni lava la ropa ni va a por la prensa y además tengo la casa llena de boñigos!», a lo que el otro le replica: «¡Tú habla así del caballo y verás cuando quieras venderlo...!»
Salvando todas las distancias, esta historia me recuerda lo que ocurre en el Valencia con Miguel Brito, al que el club ha intentado colocar por todos los medios, porque está cansado de darle oportunidades. El luso es uno de los mejores laterales que hay en el fútbol español, pero ni le acompaña una continuidad en el rendimiento y mucho menos le favorecen las conductas poco recomendables e incluso violentas que ha tenido fuera de los campos.
«Mi error fue estar en el sitio equivocado a la hora equivocada», se exculpó en cierta ocasión. Sus devaneos han sido continuos desde que llegó en el verano de 2005. Después de tropecientas salidas de tiesto, estando castigado en la pasada campaña, para sorpresa del personal Emery le tendió una mano amiga, como enésimo voto de confianza, aunque lo cierto es que aquello tuvo más apariencia de necesidad que de indulto.
Ahora, antes de colocarle el cartelito de tercer lateral, el Valencia está decidido a rescindir a Miguel sin abonar el total del contrato (cosa que él no acepta) o encontrar un comprador foráneo (aún puede producirse). Pero claro, con todo lo que se ha dicho del luso, ¿quién es el iluso que cree que alguien va a poner los duros sobre la mesa? ¡Cuenta, cuenta todo lo que ha pasado, a ver quién te lo compra...!


293. (Publicado en Las Provincias el 2 de septiembre de 2011)




1/9/11

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