31/7/10

Dorsales y manías

Cuando a finales de los años cuarenta se implantó la numeración en los dorsales de las camisetas de los futbolistas, se desarrolló el deseo de lucir determinados guarismos y, con el paso del tiempo, ese afán ha ido creciendo en confluencia paralela con la superstición. Es el poder de la numerología.
Si para el espectador la norma supuso una bendición porque podía identificar a los jugadores desde la distancia de su localidad, allá en lo alto, en la general, a los futbolistas les incentivó su ego por lucir el seis, el ocho o el once, y más aún cuando desde la temporada 95-96 el número va acompañado del nombre del protagonista. Cuántas veces, después de un gol, hemos visto como el autor levanta los brazos y, con los pulgares hacia abajo, señala su espalda, remarcando su protagonismo. «¡He sido yo!», parece decir, para que no haya dudas.
En el mundo del fútbol estos días se habla mucho de dorsales. En el Valencia, a pesar de que Unai Emery todavía no los ha repartido, Pablo Hernández y Joaquín se rifan el siete que dejó David Villa.
En el Bernabéu también andan mareados con el dorsal vacante de Raúl González. Algunos guasones han insinuado que Cristiano Ronaldo ha reducido sus vacaciones y se ha presentado con antelación a los entrenamientos del Real Madrid para que nadie le arrebate el siete. La marca CR7 reporta muchas perras al portugués.
Mientras, en su nueva andadura en el fútbol alemán, Raúl ha llegado a un acuerdo con el que él llama «el Chino», para que le ceda el siete en el Schalke 04. El también ex madridista Guti, más chulo que un ocho, lleva el doble, el catorce, que va a mantener en el Besiktas. Y no creo que los nacionalistas del Barcelona pongan el mínimo pero para que el Guaje siga siendo el siete de España.
Y es que en el fútbol hay quien está en condiciones de elegir un número y a quien se le impone sin más y ha de conformarse. Por ejemplo, en Argentina la AFA le ha dado el cero a Maradona por unanimidad.
128. (Las Provincias, 30 de julio de 2010)

29/7/10

Negocio y pasión

La constancia y la capacidad son dos columnas sobre las que fraguan las victorias. Aquí tenemos el escaparate, está lleno. Nadal en tenis, la selección española en fútbol, Contador en ciclismo, Alonso en Fórmula-1, Lorenzo en Moto GP. El camino no ha sido fácil. Al éxito se llega por el trabajo. El laurel de los vencedores no se regala.
En su particular andadura, el Valencia ha iniciado en Eslovenia el camino en busca de lo máximo. ¿Acaso es pronto para hablar de objetivos concretos? Probablemente, sí. La ambición es buena, aunque siempre con mesura, yendo día a día, no sea que se indigeste. Es bueno mirar al horizonte, pero también es conveniente hacerlo consciente de las limitaciones de cada cual y mirar dónde se pisa para no tropezar con Peter y su principio; aquello de que todos tendemos a ascender hasta alcanzar el nivel de incompetencia.
«La ilusión es mi camino» fue un lema que lucía el autobús del equipo español en el Mundial de Sudáfrica. La esperanza es patrimonio del ser humano y en su caso, el Valencia, ha arrancado con entusiasmo, con ideas claras y paso firme. Los partidos de pretemporada sólo deben de tener una lectura, que es ajena al marcador: asimilar cargas de trabajo y conceptos de táctica y estrategia, aunque si Soldado o Aduriz hacen diana con facilidad, mejor que mejor. Nadie echará la vista atrás ni Manolo Llorente, que se atasca con el micrófono en la mano, pasará un mal trago como el sábado ante los peñistas, para hacerles ver que las ventas del Guaje y Silva fueron una obligación para salvaguardar la supervivencia de la sociedad. Al final acabó firmando autógrafos.
Benedetti dijo que contra el optimismo no hay vacunas, y como el cuento de la lechera está demasiado oído, sin perder el entusiasmo conviene vivir la realidad. A pesar de hacer agujeros y más agujeros en el cinturón y de que los argumentos del presidente puedan compartirse o no (son los que hay y el Valencia es una SAD), el futuro del club lo marcará el desarrollo de la temporada. El fútbol es mitad negocio y mitad pasión.
127. (Las Provincias, 28 de julio de 2010)

La feria de julio

Valencia Fruits (nº 2.456, 27 de julio de 2010)

26/7/10

La cantera y la cartera

El primer bolo de pretemporada ofreció al espectador la primera idea de lo que pretende ser el Valencia, y aunque todavía queda mucha tela que cortar, también invitó a pensar en que Unai Emery podría mirar más de cerca la cantera. En el amistoso de ayer el técnico abrió la puerta a Iván Rubio, Isco, Paco Alcácer y Aarón y demostró que los juveniles no han viajado a Eslovenia para hacer sólo de palmeros. Sin embargo cuando se incorporen los internacionales, el grupo será de 33 y eso obligará a que algunos tengan que hacer las maletas.
Con independencia de la necesidad de soltar lastre, la coyuntura que atraviesa el Valencia fuerza a mirar y mimar más que nunca el vivero de la ciudad deportiva. Un club que después de una ampliación de capital ha tenido que traspasar a dos de sus estrellas, anunciar recortes por los cuatro costados, y aún así sigue endeudado, necesariamente ha de pensar más en la cantera que en la cartera para reforzar la primera plantilla.
El Athletic nunca quiso mirar más allá de lo que tenía en casa y se convirtió en el paradigma del trabajo con la cantera. Ha sido la envidia de muchos clubes, aunque los presidentes a los que se les llenaba la boca al hablar de la base, terminaron por sucumbir ante la presión popular, porque esa política exige una inversión a largo plazo y ellos vivían al día.
El Barça es hoy el caso más significativo del fruto del trabajo de cantera en el fútbol español, con la cosecha de los Xavi, Iniesta, Puyol, Piqué, Messi, Valdés, Pedro o Busquets. Pero no es de este año ni del pasado. Viene de lejos.
El canterano no adquiere confianza de la noche a la mañana. Necesita ayudas y una fundamental es que el patrón de juego del equipo en el que milita sea el mismo del equipo superior para que cuando se reclame su ascenso tenga menos dificultades de adaptación.
No sé si esto valdrá para el Valencia. Si Emery, con sólo un año de contrato, va a ser atrevido, y sobre todo, si tendrá suficientes competencias como para decidir que todos los equipos inferiores bailen al son de la música que el ponga.
126. (Las Provincias, 26 de julio de 2010)

23/7/10

El Tourmalet, Silva y el fútbol

El mítico Tourmalet no cerró polémicas, pero al menos un día antes la jornada de descanso nos brindó una oportunidad de reflexionar sobre el fair play en el deporte, un asunto que el Tour desempolvó esta semana como consecuencia del ataque de Contador a Schleck cuando el luxemburgués, un instante más tarde de buscar la sorpresa, quedó rezagado por un problema mecánico.
Andy había cometido un error al tratar de combinar el plato grande con piñones muy grandes y el asunto, que no es patrimonio del ciclismo, sirvió para animar las tertulias con variadas opiniones sobre lo que se entiende por juego limpio y desaciertos de un rival.
La situación no es ajena al fútbol. Hasta hace bien poco el Valencia ha tenido en sus filas un futbolista que cuenta en su haber con un gesto por el que Bilardo le habría negado el saludo. En la temporada 2004-05, David Silva, entonces cedido al Eibar, recibió el trofeo fair play porque en un partido contra el Lleida, con 1-1 en el marcador y a ocho minutos del final, en disposición de ir en busca del gol decidió echar el balón fuera de banda al observar a un rival tendido en el suelo, lesionado.
En el fútbol se ha cuestionado si es de recibo detener el juego cuando el contrario se lesiona, porque en numerosas ocasiones se han visto demasiados «Rambales», esos prolíficos futbolistas-actores que saben dramatizar un error e incitan a enviar el balón fuera, y también se han visto a algunos árbitros que aunque desconocen quien fue Marañón, deciden si es o no necesario detener el juego para la intervención médica.
¿Imaginan a Alonso empujando el McLaren de Hamilton porque al británico se le ha calado en la salida? ¿O a Pedrosa esperando a Rossi en una curva? ¿Y a un portero consolando a un delantero que ha enviado el balón al poste?: «Has tenido mala suerte pero la próxima vez tira al centro que yo me aparto.»
Como la faceta comercial se ha agigantado tanto en el deporte, resulta muy difícil olvidarse de que el pistoletazo de salida siempre se da a la voz de «maricón el último».
125. (Las Provincias, 23 de julio de 2010)

21/7/10

Memoria histórica

Mi amigo el valencianista vuelve a asomarse a esta ventana. Ahora, en el verano, nos vemos con más frecuencia y solemos echar unas risas en torno a unas cervezas y unas bravas, pero cuando hablamos de «su» equipo le observo dubitativo.
A pesar de que trato de darle ánimos y resalto las virtudes de los futbolistas que han llegado para cubrir las bajas de los que se fueron, mi amigo está muy preocupado por el futuro. Le diga lo que diga, no se queda convencido. Dice que no lo ve claro y, en ocasiones, incluso, echa mano de la memoria historia para recordarme a los personajes que a lo largo de los años, unos para bien, otros para mal, fueron protagonistas con el timón en las manos.
Aunque se sabe de carrerilla la historia del Valencia, porque su abuelo le arrullaba con leyendas de los tiempos heroicos, su discurso no va mucho más allá de los dos golazos que Kempes le encasquetó al Real Madrid en 1979, para traerse a Mestalla la quinta Copa, que para eso él se pegó la paliza en un «seiscientos», hasta el Calderón.
Entre trago y trago, dice muy serio: «¿Te das cuenta del presente del Valencia?». Y hace una recapitulación de los logros y despropósitos de los últimos presidentes del club. «A Ros Casares se le recordará porque fue quien compró la Ciudad Deportiva; a Pepe Ramos, por los dispendios pero también por éxitos en la Copa, la Recopa y la Supercopa; a Arturo Tuzón, por la austeridad y eficacia para levantar a un gigante caído; a Paco Roig, por ilusionar a la afición, pero también por ser un lince en los negocios, que todo hay que decirlo; a Pedro Cortés, por la venta de Mendieta y la Copa en La Cartuja; a Jaime Ortí, porque con 'cuatro' acciones sigue siendo el dirigente más laureado de los últimos años; a Juan Soler, por sus despropósitos; a Vicente Soriano, porque con todo 'embastat', no consiguió vender las parcelas...»
«¿Y a Llorente? ¿Por ser quien despachó a Benítez en 2004 y quien traspasó a Villa en 2010?» ¡No, hombre, no!, le contesto. Manolo tiene tiempo por delante para que la historia le recuerde por otros motivos. Ya lo verás...
124. (Las Provincias, 21 de julio de 2010)

20/7/10

Porcentaje de catalanes

Valencia Fruits (nº 2.455, 20 de julio de 2010)

19/7/10

Convivencia y trabajo

Desde hace tiempo el verano lleva implícito eso de los campamentos donde los chavales se lo pasan en grande, combinan las actividades lúdicas y educativas, refuerzan y estimulan la formación personal y, de paso, que todo hay que decirlo, dan una tregua en casa.
El Valencia, que ha completado la primera semana de preparación de la pretemporada, se dispone a iniciar este jueves, en Eslovenia, una especie de colonia estival. En distinto escenario, es la habitual cita de todos los veranos. Pero a pesar de que la importancia de la concentración siempre se centra en la planificación y el rendimiento físico de los futbolistas, con el objetivo de potenciar la energía, la velocidad y la resistencia, no se puede obviar la eficacia que conllevan las relaciones personales.
No cabe duda de que la convivencia de los jugadores hace que afloren sus virtudes, les proporciona mayor vigor y capacidad de ayudas, y con todo ello la manada gana fuerza, que es lo que se pretende con este tipo de concentraciones de pretemporada.
En los últimos cuatro años el Valencia ha transformado su plantilla, según refleja un análisis de la agencia Efe. Prácticamente le ha dado la vuelta y, además, poco a poco se ha ido deshaciendo de las temidas camarillas que tanto preocuparon a Rafa Benítez o Quique Flores, porque ni Claudio Ranieri tuvo tiempo ni Ronald Koeman demostró capacidad de análisis.
A pesar de que a lo largo de esta temporada seguramente se seguirán lamentando las ausencias de grandes jugadores como son David Silva o David Villa, y de que para muchos el bloque ha sobrevivido gracias a los goles del Guaje (lo que se vino en llamar 'Villadependencia'), Unai Emery dispone ahora de un grupo que, cinta métrica y gis en mano, se ha confeccionado a su medida.
En la tercera temporada del técnico guipuzcoano al frente de la plantilla blanquinegra, afronta el reto de demostrar el mayor peso de los hombres sobre los nombres.
123. (Las Provincias, 19 de julio de 2010)

16/7/10

Del Mundial a la rutina

Sí, efectivamente. Hay vida después del Mundial. El éxtasis de la complacencia que durante unas horas, unos días, ha proporcionado la selección española a los aficionados futboleros, no ha sido más que una nube porque enseguida se ha retomado la realidad que, lamentablemente, resulta bastante rutinaria.
Los líderes políticos, con sus debates e improperios, ¡pues mira que tú!, han sido los primeros en devolvernos a un presente que lleva el estigma de la crisis económica y las interminables colas en las oficinas del INEM y que, además, ¡lo que faltaba!, en estas fechas está aliñado por las altas temperaturas y el agobio que supone el aumento de la humedad relativa.
En el club de Mestalla las cosas también han vuelto a la normalidad. El grupo deportivo, salvo los internacionales que disfrutan de unos días de vacaciones, ha empezado el trabajo de preparación, y el tiempo determinará si las despedidas de David Villa, Nikola Zigic y David Silva, quedan paliadas por las incorporaciones de Roberto Soldado, Aritz Aduriz, que refuerzan el bloque junto a Ricardo Costa, Mehmet Topal, Sofiane Feghouli y Tino Costa.
Unay Emery, en su primera comparecencia de la temporada, ayer, advirtió que el Valencia va a seguir siendo uno de los equipos punteros del panorama nacional. Optimismo, que es lo que toca, y normalidad o hábito, porque sobre el tapete queda la compleja tarea de dar salida a varios jugadores, especialmente a esos que no cuentan para nada pero cobran como si fueran estrellas.
Y también se vive la rutina en lo social, porque sigue sin encontrarse comprador para las parcelas del viejo Mestalla, continua la incógnita sobre las anunciadas rebajas de sueldos, persiste el interrogante respecto a los movimientos de la Fundación para vender las acciones que hace casi un año adquirió en la ampliación de capital...
Todo esto invita a una reflexión sobre los hábitos y la rutina, porque después del Mundial, efectivamente hay vida, pero por lo que se ve, de momento resulta bastante sosa.
122. (Las Provincias, 16 de julio de 2010)

14/7/10

Del Bosque, Emery y Benítez

Lo de que a más de uno se le iba a atragantar la vuvuzela de la ira fue un dislate. Realmente era de esperar que hasta los críticos más intolerantes con Vicente del Bosque terminaran subiéndose al carro del éxito, como si fuesen sus amigos de toda la vida. Mezquinos. Es el calificativo más delicado que se me ocurre para los balandrones de pluma o micrófono que desde el primer momento colocaron al seleccionador bajo sospecha, miraron con lupa cada una de sus decisiones y ahora le bailan el agua.
No es necesario recurrir a hemerotecas y fonotecas para encontrar los dardos envenenados que los ventajistas del Mississippi lanzaron al técnico cuando la selección tropezó frente a Suiza en el arranque mundialista. El mejor escribano echa un borrón. Pero entonces sólo se vieron defectos, arropados algunos famosos y famosillos que le ponían de chupa de dómine. A Del Bosque se le cuestionó todo. Desde que apostara por el doble pivote, a la capacidad del portero elegido, pasando por la libertad de movimientos que concedió a determinado jugador, al estado de forma de otros y la idoneidad de las sustituciones. Incluso se llegó a echar de menos a quienes casi un mes antes habían quedado excluidos de la lista de 23.
Pero luego no tardaron en cambiarse de acera sin ningún rubor. En la misma medida que el equipo nacional fue subiendo peldaños, cambiaron el discurso y estiraron el cuello para poder salir en la foto.
En el Valencia CF tenemos el ejemplo más reciente en Unai Emery, a quien se le pusieron mil peros, incluso cuando devolvió al equipo en la Champions, como mejor bloque de los clubs a los que la tele les pagó cien millones de euros menos que a los privilegiados que acabaron disputándose el título.
Pero el caso más sangrante en Mestalla concurre en Rafa Benítez. Como ahora con Del Bosque, el entrenador más laureado de la historia del club sufrió auténticos hachazos en la misma temporada en la que alcanzó el primero de los dos títulos de Liga. Luego, como ahora, todo fueron palmaditas en la espalda.
121. (Las Provincias, 14 de julio de 2010)

13/7/10

Consejeros y adivinos

Valencia Fruits (nº 2.454, 13 de julio de 2010)

12/7/10

Iniciales

Estamos tan entusiasmados con el éxito de la selección que nos olvidamos de que el Valencia vuelve hoy al trabajo de preparación para la campaña 2010-2011, aunque el stage en Eslovenia empieza el día 22.
Nadie duda de que en los próximos días se producirá la incorporación de un delantero (¿Aduriz?) y que a la vez se espera la salida de bastantes futbolistas, porque echando un vistazo a la nómina de jugadores el vaso rebosa como cada año.
Hoy se contabilizan 28 futbolistas, a los que se añadirán los internacionales, que regresarán de forma escalonada. Las salidas son más que obligadas. Los nombres de Hugo Viana, Nacho González o Asier del Horno están en la mente de todos y conviene pensar que también en la Llorente. ¿O es Braulio quien decide?
Obligatoriamente el Valencia ha de soltar lastre, y como de momento no se dice nada de rebajar los sueldos de los que más ganan, conviene lo de "mejor perder que más perder".
Resulta también obligado hablar del éxito de la selección, que ha hecho mucho más que historia.
Algunos grupos políticos, como ERC, han propuesto que los internacionales donen a obras sociales los casi 14 millones de euros que se repartirán por ganar (un dinero que sale de la FIFA del que revierte un porcentaje en Hacienda), porque seguramente es lo que hacen sus líderes con sus sueldos, complementos y dietas, ¿no?
Brillante combinado.
Un diez para Del Bosque.
El pulpo Paul es gracioso, pero 'a feira' tiene más sabor.
No termina esta columna sin un "recuerdo" a otros adivinos como Maradona, que con su traje de alpaca a lo palmero, acabó con el rabo y la lengua entrepiernas; o el galés Toshack, que no ha pasado de hacerse notar como un lerdo celosillo.
Aquí llega el punto final, con un mensaje de esperanza para el fútbol español. Un mensaje en clave, que podrán encontrar leyendo en vertical las primeras letras de cada párrafo.
120. (Las Provincias, 12 de julio de 2010)

9/7/10

Que conteste el pulpo

El dueño del pulpo alemán ese que predice y acierta desenlaces del Mundial se puede hacer de oro. Si el tipo decide alquilarlo para trabajitos extra, le van a faltar horas para poder atender toda la demanda, que por ahí hay mucho bobo de Coria. Los tarotistas, pitonisas/os y demás personajes populares de la farándula televisiva y la adivinación ya empiezan a temblar. El negocio se les va a pique. Les ha salido un competidor de órdago. Donde esté un buen pulpo, que se quiten aramises, lolas, aceves y rappeles.
No existe constancia de que Manolo Llorente haya tratado de conseguir los servicios del cefalópodo alemán, como tampoco de que no lo haya intentado. Pero quizá sería interesante que alguien predijera el futuro del Valencia CF SAD para que los aficionados pudieran hacerse una idea de lo que les espera esta temporada.
Aunque podría hacerse, ahora mismo no es cuestión de poner peros a lo deportivo porque se haya traspasado a Villa y Silva. En la otra parte de la balanza aparecen nuevas incorporaciones para compensar, y el tiempo dirá si en calidad o en qué.
Pero si el Valencia pudiera tener delante al Paul adivino... Estaría bien preguntarle si alguien va a hablar clarinete de las cifras de la sociedad y de los sueldos de los ejecutivos; consultarle si habrá más que luz y taquígrafos en el asunto de los traspasos; si se venderá o no las parcelas del viejo Mestalla, e incluso se le podría plantear si estaría en condiciones de establecer una fecha, aunque fuera aproximada, de cuándo se reanudarán las obras del nuevo estadio.
Sé de algunos que delante de ese octópodo teutón se transformarían en Perry Mason, aquel abogado de las novelas de Stanley Gardner que con sus preguntas era capaz de sacar de quicio al más astuto y hermético de los villanos. Puestos a más averiguaciones, le pediría que desvelara en qué situación se encuentra la permuta de los terrenos con el Ayuntamiento y que dijera quién manda en la Fundación. ¡Huy! Me parece que con lo del pulpo me he venido demasiado arriba.
119. (Las Provincias, 9 de julio de 2010)

7/7/10

Ilusión y realidad

Vivimos en plena euforia. El verano trae las verbenas y la alegría del personal que trata de resistir el calor y mira hacia otro lado si le invade desconfianza con los padres de la patria. ¡A la porra la crisis y las amarguras! Estamos de fiesta. Basta con salir a la calle y echar un vistazo a balcones y ventanas. Apenas hace unos días sólo los engalanaban los carteles de «se vende» y «se alquila» y ahora, aunque siguen ahí y no hay guirnaldas de esquina a esquina, sobresalen las banderas españolas. Muchas banderas.
Nos hemos convertido en auténticos patriotas, aunque todos sabemos que es un efecto colateral por la clasificación para la semifinal del Campeonato del Mundo. Incluso la marcha real, que se repite desde el siglo XVIII, parece más nuestra cuando la selección hace piña para escucharla. Y también hay más respeto a la enseña rojigualda. ¡Lo que ha unido el fútbol que no lo separen los hombres!
Vivimos en el optimismo y en tiempo de crisis es bueno. Las penas con pan son menos. Hoy es San Fermín y, como en San Juan, vamos subiendo la cuesta porque España se ha vestido de fiesta para ganar a Alemania. La selección puede hacer más historia de la que ya ha conseguido, para felicidad de muchos y animadversión de unos pocos. La botella está llena.
En el Valencia CF SAD también se vive la fiesta a pesar de que de los cuatro representantes que viajaron a Sudáfrica sólo quedan Marchena y Mata, y además no cesan los reproches a Llorente, al que acusan de precipitación en el traspaso de Villa.
Pero el tiempo todo lo cura y más cuando aparecen brotes verdes en forma de relevos. Un goteo para ilusionar a la parroquia. Primero fue Soldado, el martes Ricardo Costa, mañana le toca el turno a Tino, después será Topal y en breve Feghouli. Se trata de mirar la botella medio llena, aunque la caja esté medio vacía.
118. (Las Provincias, 7 de julio de 2010)

6/7/10

Bigamia

Valencia Fruits (nº. 2.453, 6 de julio de 2010)

5/7/10

Debates y goles de Villa

El de Sudáfrica va a pasar a la historia como el Mundial de los debates. Primero, por el dichoso Jabulani, ese balón que no ha gustado a casi nadie, especialmente a los porteros, y si no que se lo pregunten al inglés Robert Green o al argelino Fawzi Chaouchi, que todavía no se han sacudido el sabor amargo de los goles absurdos encajados.
Pero apenas comenzó el campeonato, y tras la grave equivocación del uruguayo Jorge Larrionda en perjuicio de Inglaterra en su duelo con Alemania, y luego del italiano Roberto Rosetti a favor de Argentina en el encuentro contra México, la mirada se dirigió hacia los árbitros.
Entre tanto, aquí, y también en Sudáfrica, se generó un amplio debate en torno al doble pivote (Busquets-Xabi Alonso) que utiliza el seleccionador Vicente del Bosque. Alegando diferentes motivos, unos con mayor y otros con menor acritud, Aragonés, Toshack, Maradona y Cruyff cuestionaron sus decisiones. ¡Ah! Y no dejemos atrás la polémica sobre el estado de forma de Iker Casillas, la conveniencia de su titularidad y la influencia de su pareja.
Ahora, con la selección española en semifinales del campeonato, casi todo sigue igual. Las discusiones empañan la gesta histórica, y siguen los debates sobre el balón que se escurre como un conejo y bota y rebota y en tu culo explota; los desaciertos arbitrales (algunos más que errores son verdaderos horrores), y se olvida el doble pivote para polemizar sobre si Torres debería dejar la titularidad a Llorente.
Pero la cosa no queda ahí. Lo de «Villa, Villa, maravilla» para algunos todavía no es un eco que se desvanezca en Mestalla. Cuesta resistirse al definitivo adiós del Guaje. Aunque la realidad diga que ya es historia del Valencia, muchos aún lo ven como artillero propio, a pesar de que desde primero de mes es oficialmente jugador azulgrana.
En fin, con datos objetivos, al menos cuatro de los cinco goles que lleva han tenido color blanquinegro. ¿Y si acaba el campeonato como máximo goleador, los dos equipos compatirán el honor?
117. (Las Provincias, 5 de julio de 2010)

2/7/10

18 bodas y un pastel

Poderoso caballero. Ni conceptismos quevedianos ni agudezas ni arte ni ingenios. Al pan, pan, y al vino, vino. Cuando se terminó la última Liga, que resultó un mano a mano entre el Barcelona y Real Madrid, más de un especialista advirtió de que nos encontrábamos ante el principio del fin porque, en el menos sangrante de los casos, los dos trasatlánticos habían percibido el triple de lo que por ingresos de derechos televisivos había correspondido al Valencia y al Atlético. Con otros equipos las diferencias rozaban la humillación.
Ni los representantes de los clubs agraviados ni sus aficionados tardaron en elevar la voz, y cuando todavía los dos privilegiados estaban discutiendo si el título se lo llevaba uno u otro, hubo advertencias de que la cosa no seguiría así. O jugamos todos o rompemos la baraja, dijeron. 18 bodas y un pastel. No estaban dispuestos a admitir el argumento de que tal club arrastra más gente que el otro. ¡Que organicen una Liga entre ellos dos!, ya entonces bromeó imperturbable Del Nido y nadie dudó en respaldarle ni en poner el ejemplar ejemplo de la Premier, en la que el reparto resulta mucho más equitativo.
Manuel Llorente, junto a los representantes del Athletic, Sevilla, Villarreal, Atlético, Deportivo y Zaragoza, asistió el miércoles a una cumbre en la que los participantes pusieron los puntos sobre las íes del desproporcional reparto televisivo. Eligieron un día sin fútbol para evitar lo de los líderes del G-20, que en la sesión plenaria de Toronto, torontontero, cuando se debatía la tasa bancaria o la reducción del déficit presupuestario, abandonaron la sesión para ver el Inglaterra-Alemania.
Estos del fútbol, mira por donde, esta vez han sido más serios. Pero habrá que esperar para ver qué fuerza tienen los clubes y cómo soportan las presiones porque, vamos a suponer que el Valencia está arropado por Bancaja y que el Real Madrid tiene mucho que agradecerle a Cajamadrid... ¿Qué ocurriría si entre las entidades financieras fusionadas surgiera un conflicto de intereses?
116. (Las Provincias, 2 de julio de 2010)

1/7/10

El mago itinerante

Ilustración del artículo "El mago itinerante"
Las Provincias (1 de julio de 2010)